Varios vecinos de Totana, en una céntrica plaza del municipio. Foto: Marcial Guillén (EFE)LORCA (Efe). La Policía Local de Lorca ha impuesto durante la última semana 482 denuncias por infracciones contra las normas sanitarias y protocolos de seguridad para evitar la expansión del coronavirus, como no llevar puesta la mascarilla, realizar reuniones de más de seis personas o incumplir la cuarentena.
Del total de denuncias, 310 están relacionadas con el incumplimiento del uso obligatorio de la mascarilla, otras 89 han sido impuestas por no respetar el número máximo de ocupantes permitido en los vehículos de uso colectivo, 30 por realizar botellones en la vía pública, siete por incumplir la cuarentena y 16 por realizar reuniones superando el número máximo de seis personas.
El concejal de Seguridad, José Luis Ruiz, ha desvelado este martes que durante el fin de semana también se han interpuesto nueve denuncias por el incumplimiento del aforo permitido en locales de ocio nocturno que tuvieron que ser desalojados.
El comisario de la Policía Local, José Antonio Sansegundo, ha citado el caso de la cafetería "New York", situada en el entorno de Plaza Real, donde 100 personas participaban en un cumpleaños. Además se han tramitado otras ocho denuncias por no respetar el horario especial de cierre establecido con motivo de situación de emergencia sanitaria en la ciudad.
Durante los últimos días, la Policía Local también ha tenido que desalojar a una veintena de jóvenes que practicaban deporte en las pistas del pabellón de Las Alamedas incumpliendo las prescripciones del consistorio para evitar los contagios y ha denunciado a 13 personas por fumar en la calle sin respetar la distancia mínima de dos metros.
El concejal de Seguridad ha resaltado el esfuerzo de la Policía Local en los últimos días para tratar de contener prácticas de riesgo y ha resaltado que entre el 24 y el 30 de agosto los agentes han realizado 101 controles en los que han sido identificadas 643 personas y 1.250 vehículos, la mayor parte de ellos de transporte de jornaleros agrícolas.
En estos casos se ha extremado la vigilancia del número de ocupantes y que llevaran puesta la mascarilla de uso obligatorio, ha añadido Sansegundo, que ha explicado que el refuerzo policial ha movilizado a unos 70 agentes para realizar el trabajo directamente relacionado con la pandemia sin descuidar el resto de aspectos relacionados con la seguridad del municipio.
Según ha indicado el jefe de la Policía se están empleando distintos medios, desde coches camuflados a drones, para vigilar las 'zonas calientes' en los que se concentra el mayor número de contagios y que corresponden a los distritos donde se encuentran los tres centros de salud en nivel rojo: La Viña, San Diego y los barrios del centro.
La presión policial ha provocado que prácticas como la del botellón se alejen del centro para trasladarse a barrios periféricos, a lugares de difícil acceso como las inmediaciones del castillo, o incluso a pedanías como La Parroquia, Almendricos o La Paca, aunque el número de participantes es cada vez más reducido y de mayor edad.
El concejal de Seguridad ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana para denunciar de inmediato las prácticas de riesgo o los incumplimientos de las medidas de seguridad individual o colectiva.
