Miku, delantero del Real Murcia: "Trabajo día a día por superarme a mí mismo"

MURCIA. Si les menciono a Nicolás Ladislao Fedor Flores, pocos sabrán de quién hablo, pero si lo acorto en Miku seguro que ya les suena mucho más. El delantero venezolano es un viejo conocido del fútbol español, que ha militado en equipos como el Salamanca, el Deportivo de La Coruña, el Valencia, el Rayo Vallecano o el Getafe. Un total de 123 partidos en Primera y 80 en Segunda abarcan una extensa trayectoria que dura 18 años como profesional. Con 37 primaveras afronta otro reto más, en esta ocasión llevar lo más lejos posible a un Real Murcia que, tras su ascenso de la pasada campaña, milita en la tercera categoría del fútbol español y él compite en ella "trabajando día a día para superarme a mí mismo", señala en esta entrevista a Murcia Plaza.

Hace una escasa semana disfrutó de la primera y alocada victoria del club pimentonero del equipo grana como local en este curso. La víctima fue la Sociedad Deportiva Logroñés (4-2) en un partido en el que según él "no fue fácil reponerse de las adversidades, pero supimos dar la cara y eso al final refleja que tenemos mucha ambición y fe". También añadió lo necesario que era el triunfo para coger confianza: "Sí, yo creo que el equipo necesitaba ganar en casa sobre todo. Habíamos hecho buenos partidos pero no habíamos sido capaces de sumar los tres puntos y eso a lo mejor había generado cierta ansiedad en el entorno".

Un entorno que tiene una imagen muy distinta a la que tienen los futbolistas: "Lo preocupante hubiera sido no generar ocasiones. Bajo ese punto de vista nosotros estábamos muy tranquilos. Realmente la percepción que hay afuera es muy distinta". Aunque también reconoce que "ahora con la primera victoria nos liberamos un poco todos". 

Respecto a la plantilla comentó que es "un grupo muy sano, con jugadores que tienen la oportunidad de tener una ventana para llegar a un fútbol mucho mejor".

Algo de lo que va sobrado nuestro protagonista es en experiencia. Esta cualidad del veterano ariete contrasta con el nerviosismo que percibió "por perder un partido en la quinta jornada ante un rival como el Barça B". Miku piensa que "esto es una carrera de fondo y no hay que caer en la desesperación” y a su vez se muestra dispuesto a "poner la experiencia al servicio del colectivo".

A pesar de que Mario Simón, su entrenador, le ha colocado en el once inicial en tres de los cuatro últimos encuentros, no fue hasta el pasado domingo cuando pudo estrenarse como goleador con la camiseta grana y curiosamente lo hizo saliendo desde el banquillo. Este episodio no era nada preocupante en su caso: "El gol viene como consecuencia de muchas otras cosas que se hacen bien dentro del campo y que el aficionado pasional no ve. Yo estaba muy tranquilo, no me presionaba en exceso porque sabía que tarde o temprano iba a llegar el gol. Gracias a Dios me respalda mi trayectoria y sé lo que soy capaz de hacer y por lo que me trajeron”.

Por otra parte, habló de los motivos por lo que se hicieron realidad su fichaje por el Real Murcia. Si bien su gran amigo Pedro León influyó en la decisión, la mejora en el aspecto financiero fue un factor de peso para que se decantara por el cuadro murciano: "Cuando surge la posibilidad lo primero que hice fue llamar a Pedro, tengo una muy buena relación con él desde hace muchos años".

Me contó un poco el proyecto, las razones de por qué teniendo ofertas de Segunda División él se montaba en el barco. También los problemas económicos parece que quedaron atrás. Al final nosotros hablamos entre profesionales y no es agradable que existan problemas para cobrar. Están teniendo un mejor manejo a nivel dirigencial".

Otro punto a favor que impulsó a firmar fue que conocía "la repercusión y lo que representa el club". Pero para él fue más decisivo reconocer un modelo definido con algunas piezas que han formado una base de cara a la presente temporada. Una línea que para Miku podría ofrecer muy buenos resultados en los próximos años: "Se mantuvo un grupo que había logrado un éxito el año pasado. Equipos como el Mallorca o el Elche consiguieron ascender dos categorías conservando una estructura continuista, y aquí con ciertos retoques se está yendo en la misma dirección. Esa puede ser una buena manera de progresar".

La Primera RFEF es una categoría nueva que ha suplido de alguna forma lo que antes era la Segunda B. Dicha extinta división formó parte la carrera de Miku, ya que cuando era casi un recién llegado al fútbol español pudo competir en el tercer escalón nacional representando a tres escudos distintos como el Alcoyano, el Salamanca y el Valencia Mestalla. Estas experiencias contrastan con el reciente formato que pudo experimentar de primera mano la pasada campaña cuando militó en las filas del Deportivo de La Coruña: "Ahora el fútbol está mucho más profesionalizado. Muchos jugadores que podrían estar jugando en Segunda y que a lo mejor no van a ser importantes en esos equipos prefieren bajar a esta categoría. A nivel económico hay mucho más control. Se han reducido los participantes en dos grupos muy fuertes entonces están los mejores de cada subgrupo de antes. Cualquier equipo de esta categoría podría competir en Segunda. El salto antes era muy grande y ahora los que ascienden compiten mejor".

Hoy en día las redes sociales son elemento indispensable para entender la sociedad y la vida. De esta situación no escapa el mundo del fútbol y tampoco la reciente incorporación murcianista, que hace unos años decidió incluso cerrar sus cuentas públicas en Internet: "Antes la valoración la hacía el que venía a verte al campo o el que te conocía realmente. Hoy en día cualquiera ve cuatro cortes en Instagram y ya te critica. O tienen una red social con un pseudónimo y te hacen una valoración. Yo fui mucho tiempo anti redes, las tuve siete años cerradas, pero también es una herramienta de comunicación muy poderosa y entendimos que tenía que reabrirlas. A pesar de que las tengo no hago caso a lo que me dicen".

Estas críticas pueden desalentar a otros deportistas con comentarios que carecen de importancia desde la perspectiva del nacido en Caracas: "Al final con tantos años como profesional si no tuviera ese afán por intentar superarme día a día sería muy difícil continuar. Yo lucho contra mí mismo, realmente lo que me diga cualquiera me resbala".

Al margen de pasado en conjuntos como el Valencia o el Getafe, la historia de Miku y su relación con España se remonta mucho tiempo atrás: "Yo jugué muy bien en un torneo sub-15 en Bolivia con un equipo de Venezuela. El Villarreal había traído unos ojeadores, y al año siguiente mi tío, que era de Valencia le habló de mí a un amigo suyo que trabajaba para el Villarreal. Y aunque mi nombre le gustó al club no cuajó la cosa porque en aquella época los extranjeros no podíamos jugar en categorías inferiores. Por este motivo decidí quedarme un año estudiando en España y durante esa espera el Valencia se adelantó y me fichó".

Precisamente poco antes de fichar por el los che tuvo interés de un gigante como el Real Madrid, pero el proyecto de la capital del Turia le convenció más: "El Castilla de Míchel me quería, pero el Valencia se apresuró y me hizo un contrato profesional de cinco años para la primera plantilla. Depositaron su confianza un escalón por encima de lo que el Madrid me podía ofrecer. Y luego el análisis que hice con mi familia es que el Valencia apostaba un poco más por gente de casa, así que pensamos que era la mejor opción".

Sobre su etapa en el bando valencianista admite que le faltó "madurez". "No supe aceptar el cambio de rol de pasar de ser titular indiscutible con el Salamanca en Segunda a partir desde el banquillo en un grande como el Valencia", apunta. 

Sin duda el club de su vida fue el Getafe, al que está "muy agradecido por abrirle las puertas" y por darle "la tranquilidad nedesaria para consolidarse en Primera División".

No podemos olvidar los curiosos orígenes del hoy jugador murcianista, ya que, aunque lleva más de 20 años en España, él es hijo de un refugiado húngaro de la Segunda Guerra Mundial que llegó a Caracas en busca de una mejor vida. Allí conoció a su madre y un tiempo después nacería Miku, apelativo que surgió de una forma bastante casual: "Mi nombre en húngaro es Miklos, pero a mi hermana de pequeña le costaba mucho pronunciarlo y me decía Miku. Y decidimos que se quedara así para que se trasladara el apodo de casa al deporte".

También tuvo la oportunidad de jugar con la selección de su país, Venezuela. Un país que pertenece a un fútbol muy distinto al que se vive en Europa: "El fútbol sudamericano no tiene nada que ver con el europeo. Hay mucha más igualdad, pero sobre todo es bastante complejo por las diferencias climáticas y ambientales que hay entre los distintos países. Por ejemplo cuando en Brasil o Venezuela es verano, todavía es invierno en Chile o Argentina. En cambio, cuando es invierno en España también lo es el resto del continente y no hay tanta diferencia de temperaturas".

Ese fútbol muchas veces es infravalorado en el viejo continente, algo que para él se explica en "el desconocimiento". Además, añade que "las figuras de los grandes clubes europeos son sudamericanos, así que tan malos no debemos ser". Según Miku ese juego de calle es el que produce futbolistas del talento de los sudamericanos, estilo muy diferente a lo que se vive en países como España: "Hoy en día siento que los niños están muy mecanizados, está todo muy informatizado y se olvidan de la esencia del fútbol en sí que al final es pasársela al de tu color y meter gol. Aquí en España el único fútbol que mantiene una esencia similar sudamericano es el canario".

Defendiendo a la selección vinotinto tuvo oportunidad de marcar en las dos Copas de América que jugó. En la segunda anotó su último tanto internacional frente a la Brasil de Neymar, algo que para él es "un recuerdo muy bonito".

Precisamente poco antes de ese torneo surgió su característica celebración que es muy similar a la que realiza hoy en día el astro brasileño, algo que algunos fans de este no se han tomado muy bien. "La celebración la hago por mis hijas. Desde el año 2015 cuando estaba en el Rayo empecé a celebrar así ellas querían saber cuándo les dedicaba los goles, y ellas me sugirieron algo así. Lo que pasa es que ahora Neymar lo ha empezado a hacer, y me escribió una persona diciéndome que le estaba robando la celebración. Yo le dije que le metí un gol a Brasil en la Copa América de 2015 y lo celebré así con él en el campo, lo que pasa es que cuando lo hace una estrella como él la repercusión se nota un poco más", reconoce.