MURCIA. La Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor pondrá coto a la proliferación de especies exóticas invasoras en los parques regionales de El Valle y Carrascoy y de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila.
La cercanía a entornos urbanos y zonas ajardinadas ha provocado que en su interior se desarrollen y arraiguen diversos ejemplares de flora ajena a su naturaleza. Ante este hecho, la Consejería destina 92.133 euros a dos programas para su control, identificación y erradicación.
La actuación, que ya está adjudicada pero no ha comenzado debido al alto riesgo de incendios, tiene un plazo de ejecución de dos meses y está cofinanciada en un 60 por ciento por el Programa FEDER Región de Murcia 2021-2027 y el otro 40% con fondos propios de la Consejería.
Para este fin, al Parque Regional de El Valle y Carrascoy se destinan 47.895 euros y al Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila 44.237 euros, para actuar sobre un total de más de 20.000 hectáreas.
En un primer momento, los técnicos de la Consejería comprobarán el estado actual y la presencia de especies exóticas invasoras en distintos puntos de los parques regionales, a continuación, se llevará a cabo un control poblacional de las mismas, identificando y localizando las existencias y previendo su posible propagación.
Finalmente, se procederá a eliminar los ejemplares identificados y retirar los restos de los mismos hasta un vertedero autorizado. En algunos puntos sensibles y de difícil acceso, el proyecto prevé que la retirada sea llevada a cabo manualmente.
"La actuación también contempla la plantación de especies autóctonas que contribuyan a la conservación de la biodiversidad de estos espacios", especificó el consejero Juan María Vázquez.
Las exóticas invasoras son plantas no nativas procedentes de otras áreas que han sido introducidas, intencionalmente o no, y que luego se propagan en el medio natural y son una competencia para la flora autóctona y pueden desplazarla. Estas especies contribuyen a la disminución de la biodiversidad de la zona donde habitan por su enorme capacidad de adaptación y de propagación, y se suelen encontrar en lugares habitados o con gran presión poblacional, como ocurre en ciertas zonas de los parques regionales de Carrascoy y El Valle y de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila.