Para ello, han firmado un convenio de colaboración que tiene como objetivo promover el ordenamiento de su ejercicio para mejorar la práctica y ampliar su alcance y establecer las bases que faciliten la lucha contra las prácticas pseudoterapéuticas y el intrusismo profesional.
Así las cosas, este documento busca "proteger" a la ciudadanía del riesgo de solicitar y recibir de manera "inadvertida" y en un momento de "especial vulnerabilidad" la ayuda de prácticas no basadas en evidencia científica.
En cuanto a la publicidad, piden que esta se limite al ámbito sanitario y a su ejercicio por las profesiones reguladas de medicina, psicología clínica y psicología general sanitaria, acreditando asimismo la debida formación de los profesionales sanitarios que la practican.
Según alertan, el campo de los psicoterapeutas sin titulación y de las psicoterapias sin pruebas ni aval científico ha dado lugar a un buen número de casos de pseudoterapias, a las que son especialmente vulnerables las personas con problemas o trastornos de salud mental.
A pesar de que la ruta de formación en psicoterapia esté definida en España, la situación de provisión de estos servicios "sufre de una clara situación de alegalidad", según el CGCOM y el Consejo General de Psicoterapias. "La actuación de los psicoterapeutas debe estar por consiguiente sometida al control de su competencia y deontológico", han defendido.
Así, insisten en que solamente los profesionales con competencias para la evaluación, diagnóstico y tratamiento de los problemas o trastornos mentales deberían poder ofertar este tipo de tratamiento.
"Este documento busca garantizar la calidad y seguridad de los servicios que los médicos prestamos a la ciudadanía", ha definido la doctora Rosa Arroyo, vicepresidenta segunda del CGCOM y coordinadora del Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas sanitarias del CGCOM.
Así, resalta que este acuerdo "garantiza la calidad y seguridad" de los servicios que los médicos prestan a la ciudadanía, "y que estos se basen en la mejor evidencia clínica y científica disponible y los estándares éticos". "Este documento invita a dar un necesario paso hacia delante en el marco de la seguridad del paciente y la lucha contra la desinformación en salud", ha subrayado.
"Urge una regulación de la utilización de las intervenciones psicoterapéuticas, así como de su publicidad", ha insistido el vicepresidente segundo del Consejo General de la Psicología, Guillermo Mattioli.
Listado de pseudoterapias
En el pasado mes de abril, cinco años después de su puesta en marcha, el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Ciencia volvieron a actualizar el listado de pseudoterapias con nuevas terapias sin evidencia científica y que, por tanto, fueron calificadas desde este momento como pseudoterapias por no lograr mejorar la salud y, con suerte, solo tener consecuencias en la economía familiar.
Tras los informes desarrollados por la Red Española de Agencias de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema nacional de Salud (RedETS), se concluyó que la vacuoterapia, la luminoterapia en problemas de salud mental, la respiración consciente, el chi-kung/qigong, el zerobalancing, la aromaterapia y las técnicas de relajación basadas en la inducción de sensaciones corporales debían ser consideradas pseudoterapias.
La principal causa alegada para su inclusión en el ámbito de las pseudoterapias es la falta de evidencia científica, que hace descartar el uso de las mismas en el ámbito clínico.
Estas terapias forman parte de las 16 que, según informó el Ministerio de Sanidad el pasado mes de febrero, estaban listas para publicar. Por tanto, aún faltan otras ocho por conocer.
La ministra de Sanidad aseguró entonces que el departamento que dirige "siempre va a ir de la mano de la evidencia científica" y que "va a ser un muro contra todas las pseudociencias", al tiempo que recomendó a la ciudadanía que hiciera uso de "todo el arsenal terapéutico", evitando "cosas que no funcionan".
"Hay algunas técnicas que se venden como terapias, pero que se tienen que considerar pseudoterapias porque no están avaladas por la evidencia científica", finalizó García.