CARTAGENA. Impulsado por la Mancomunidad de Canales del Taibilla (MCT) y cofinanciado por fondos europeos FEDER, se ha propuesto un proyecto de renovación de equipos electromecánicos y la incorporación de energía solar fotovoltaica en la Elevación de Canteras. Este plan tiene como objetivo reducir los costos energéticos y la huella de carbono de la infraestructura.
El ahorro total estimado tras la implementación de las medidas propuestas en la auditoría energética es de 314,28 MWh/año en energía y 112.196,80 kgCO₂/año en emisiones de gases de efecto invernadero. Además, el ahorro económico anual se calcula en 23.382,15 euros aproximadamente.
Algunas de estas instalaciones y sus equipos son técnica y tecnológicamente complejos, combinando componentes eléctricos y mecánicos de alta sofisticación, además de estar altamente automatizados. Para que dichos equipos funcionen de manera sincronizada y eficiente, necesitan una instalación, programación, puesta en marcha y mantenimiento óptimos, realizados por profesionales altamente cualificados y con experiencia demostrable en este tipo de tareas. Este es el caso de las elevaciones, cuya explotación diaria requiere el trabajo conjunto de equipos electrónicos, como los denominados variadores de velocidad y/o arrancadores estáticos, que regulan la energía que llega a los motores eléctricos.
Los motores transforman la energía eléctrica en mecánica, estando acoplados a las bombas hidráulicas, encargadas de transmitir energía mecánica al agua para que esta circule a través del sistema hidráulico hasta llegar a la red de abastecimiento primario. La Elevación de Canteras, encargada de bombear agua potable al depósito de Tentegorra para abastecer a Cartagena y su área metropolitana, mejora así su resiliencia ante la creciente demanda hídrica y el contexto de emergencia climática.
El proyecto original de la elevación, que sirvió de base para su construcción, data del año 1974 bajo el título “Proyecto de la Elevación de Canteras, Cartagena”. Posteriormente, se han realizado diversas actuaciones para solucionar fallos en componentes y modernizar ciertos equipos, actualizándolos a la normativa vigente. No obstante, el estado general y de funcionamiento de la elevación no es óptimo debido a su antigüedad, ya que los componentes eléctricos, electrónicos, mecánicos y de control están desfasados y descatalogados, lo que dificulta la reparación de averías y la obtención de repuestos. Además, el sistema hidráulico también presenta deterioro: las tuberías sufren de corrosión y cavitación, y varios elementos mecánicos, como válvulas y bombas, están fuera de servicio.
Otro aspecto relevante es que la elevación está sobredimensionada para la demanda actual, lo que provoca que los equipos hidráulicos no trabajen en su punto óptimo de funcionamiento. En el uso diario, se realizan constantes arranques y paradas en lugar de mantener un flujo continuo de agua, lo que afecta a la eficiencia operativa.
Dada la importancia crítica de la elevación, y con el fin de garantizar un abastecimiento continuo de agua potable, se pone de manifiesto la necesidad de renovar los equipos electromecánicos. Se sustituirán las cinco bombas actuales, sobredimensionadas y fuera de su punto óptimo de funcionamiento, por otras de mayor eficiencia energética que se adapten perfectamente a las necesidades de la elevación. Para maximizar el rendimiento, también se instalarán variadores de frecuencia y una planta de energía renovable fotovoltaica.
En cuanto a la instalación fotovoltaica, se propone un sistema de 20 kW nominales, compuesto por 52 módulos fotovoltaicos de 450 W, con una potencia pico total de 23,4 kWp. Este sistema será capaz de generar 34.538,13 kWh/año, lo que representa el 6,13 % del consumo total del edificio. La energía producida se aprovechará al 100 % en el sistema de bombeo auditado, ya que durante las horas de sol siempre habrá una demanda de potencia superior a la generada por la planta fotovoltaica.