Marta Nieto: “Ahondar en el dolor del personaje es parte del placer de la interpretación"

MURCIA. La actriz murciana Marta Nieto, protagonista del largometraje de Rodrigo Sorogoyen Madre, ha dicho en la Muestra de Cine Español de Tudela (Navarra) cómo trabajó la psicología de su personaje y como ahondar en el dolor de la protagonista fue, paradójicamente, “parte del placer de la interpretación”. Ha resaltado la “incertidumbre” que se crea en el espectador al no responder las preguntas que se plantean en el cortometraje: “Como espectador, también es un reto aferrarte a esa falta de certezas. Rodrigo dijo en la promoción que esta película había que verla con las emociones y no con la cabeza, y es verdad”, ha sentenciado.

El director ha señalado que tanto a él como a su coguionista habitual, Isabel Peña, les gusta que los espectadores salgan del cine “pensando y sintiendo”. En rueda de prensa, ha confesado la complejidad de meterse en un personaje con “muchas aristas y un trauma enorme”.

En el largometraje, por el que Nieto ha ganado el premio Forqué a la mejor interpretación femenina y sido nominada a los Goya en esa categoría, la actriz da continuidad a la historia que Sorogoyen planteó ya en un corto con el mismo título y que ahora sitúa 10 años después de ese punto de partida.

Sorogoyen y Peña han resaltado que su objetivo “no era contar lo que le había ocurrido a la protagonista y a los demás personajes” durante la década que pasa entre la historia que narra el corto y la que sitúa la película y, por esa razón, “no sintieron la presión por las expectativas generadas” tras el éxito del cortometraje, nominado en los Óscar.

“Escribimos la película de una forma muy libre, aunque trabajamos la idea de qué proceso había podido pasar el personaje de Elena. Sabíamos que hacíamos una película de otro género, que tenía otro enfoque, y eso ayuda”, ha señalado Sorogoyen.

No obstante, Peña ha destacado que ella, al no participar en la escritura del cortometraje pero sí en la del guion del largo, sintió que se subía a un “barco que había llegado a Hollywood” y que esa tesitura supuso un “reto”.

Tanto Sorogoyen y Peña como Nieto han admitido que Madre puede ser entendida como una película “incómoda” pero, al mismo tiempo, han reivindicado el cine que incomoda en el sentido de “hacer moverse de la silla al espectador”.

“Cada vez hay ficciones o productos audiovisuales más fáciles de digerir, nos están acostumbrando a eso. Yo, como espectador, puedo disfrutar una de esas películas fáciles, desde luego, y no tanto alguna más incómoda, pero creo que cada vez incomoda más la incomodidad”, ha dicho Sorogoyen.