MURCIA (EFE). La escritora italiana afincada en Madrid Mariangela Paone, experta en conflictos bélicos y crisis migratorias, ha considerado que la acogida de migrantes “no es un problema cuando hay voluntad política”, como quedó demostrado al inicio de la guerra en Ucrania, por lo que ha manifestado su estupor por la polémica generada en torno al reparto de menores no acompañados acogidos en Canarias por las diferentes comunidades autónomas.
“Pensar que se cuestione si hay que repartir en España 3.000 niños es algo que no me cabe en la cabeza. Acogimos sin debate a cientos de miles de niños que llegaron desde Ucrania. La acogida es distinta según el origen”, ha lamentado este jueves en un coloquio con la escritora Ana Ballagriga en Cartagena, en el marco del festival La Mar de Músicas, que este año está dedicado a las islas del Mediterráneo, un mar cada vez más afectado por la presión migratoria.
Paone (Roma, 1980) ha insistido en contrastar las dificultades y rechazo que sufren los migrantes procedentes de África o de países árabes, mientras que Europa se abrió a “acoger rápidamente a dos millones de Ucranianos”.
“Cuando hay voluntad política, la migración no es un problema. Tenemos recursos suficientes, somos un continente grande como para una acogida organizada”, ha insistido la reportera, que ha cubierto el drama migratorio europeo en el Mediterráneo, principalmente en la isla griega de Lesbos, donde en 2015 se vivieron momentos de enorme presión por estos movimientos.
Extrapolando esta realidad a la actualidad España, ha insistido en abordar la crissi que se vive en Canarias: “Hablamos de la acogida de 3.000 menores no acompañados, que repartidos entre todas las comunidades son cifras realmente mínimas. ¿Realmente el problema principal de un país como España, un país desarrollado, con una de las economías que mejor van en este momento en Europa, es la acogida de esos niños? La respuesta la dejo al sentido común”, ha señalado.
El reparto de esos menores ha generado una crisis de Gobierno en las cincos comunidades autónomas, entre ellas la Región de Murcia, donde se ha producido este encuentro, en las que el PP y Vox gobernaban en coalición, ya que el partido ultra se ha negado a continuar en ejecutivos que aceptasen el reparto negociado entre el Gobierno central y el de Canarias.
Para la periodista, en España, al igual que en el resto de Europa, se ha llegado a esta situación tras años de restricciones en las políticas migratorias “en paralelo a la hoja de ruta de la extrema derecha”.
“Se ha creído de una forma equivocada que aprobando leyes migratorias en la línea que postula la extrema derecha iba a frenar su ascenso, pero lo único que se ha conseguido es aceptar planteamientos de esa extrema derecha, que ha seguido creciendo durante los últimos 15 años”, ha lamentado.
Sin embargo, ha insistido en la idea de que existe un “derecho a migrar” que todos los pueblos a lo largo de la historia han ejercido: “Yo también soy migrante, llegué a España hace 16 años para labrarme un futuro que pensaba que iba a ser mejor que en mi país. La diferencia es que yo tenía un pasaporte que me permitía viajar, pero no lo tenía por méritos propios, solo por tener la suerte de haber nacido en un lugar desde el que se me permite moverme por otros países”, ha reflexionado.
Por eso, ha considerado que desde Europa los gobiernos deberían replantear la idea de “poner puertas al mar para que no vengan” personas extranjeras en pateras, puesto que esas medidas más restrictivas solo llevarán, “como ha ocurrido”, a que los migrantes busquen “rutas cada vez más largas, peligrosas y absurdas”.
“La migración es un fenómeno que no podemos parar, tenemos que gestionarlo de una forma humana”, ha insistido, y ha subrayado la especial vulnerabilidad de los menores migrantes y las duras situaciones a las que se enfrentan cuando son acogidos en “macro centros” como los que están colapsados en Canarias, y que son instituciones donde ningún niño debería pasar largas estancias.
“No haría falta debatir sobre esto si cada uno imaginara a un niño cercano, allegado, en uno de esos grandes centros: todos entenderíamos fácilmente que hay que actuar para que esos niños vivan mejor”, ha reivindicado.
Durante este coloquio en Cartagena se ha dado a conocer también la historia de Rezwana Sekandari, una niña afgana de 13 años que logró llegar al país heleno sobreviviendo al naufragio del barco en el que viajaba con sus padres y sus tres hermanos, que fallecieron en la travesía, en octubre de 2015.
La periodista siguió su historia a través de cooperantes y voluntarios y logró contactar con ella en persona por primera vez en abril de 2021, cuando Rezwana tenía 19 años, y ha contado su historia en su último libro, “Rezwana. Un expediente europeo”.
En él, no solo cuenta el periplo de esta familia para abandonar Kabul, sino también la dura situación que posteriormente atravesó la adolescente, el “maltrato institucional” las complicaciones burocráticas a las que se ha enfrentado y sigue enfrentándose todavía a día de hoy: aunque el libro se publicó en noviembre de 2023, Rezwana no pudo viajar a España para presentarlo hasta el pasado mes de marzo, y tampoco le ha sido posible desplazarse a Cartagena para esta cita.
Para la periodista, el libro no trata solo de recuperar el caso particular de esta refugiada, es también una reflexión sobre el hecho de que cada migrante lleva consigo una vida en su país de origen, unas circunstancias particulares que no desaparecen con su viaje.
Y una llamada a la empatía, con el deseo de que “la gente entienda que la familia de Rezwana podría ser nuestra familia, que Rezwana podría ser nuestra hija”.