MURCIA. Manos Unidas, en su afán por ayudar a quienes lo necesitan, colabora con un proyecto que se lleva a cabo en El Chaco de Paraguay y, con motivo de su compaña Contra el Hambre, que plantea bajo el lema 'El efecto ser humano', ha traído hasta Murcia a la responsable de dicho proyecto, la cooperante de la ONG Tierraviva Lidia Ruiz Cuevas, quien explicará durante unos días el trabajo que realizan en esa zona del país sudamericano.
La campaña, que cumple su edición número 65, es promovida por Manos Unidas, que da asistencia en zonas desfavorecidas de Asia, Sudamérica y África en contacto con socios locales, y tiene por objeto sensibilizar a la sociedad en su conjunto para paliar las deficiencias básicas que son comunes en el tercer mundo.
Con motivo de la misma Lidia Ruiz Cuevas expone en la Región lo que hacen con la población indígena guaraní.
"Incidimos en la restitución de tierras y en la defensa ambiental en uno de los mayores puntos de riqueza de biodiversidad del planeta, El Chaco de Paraguay. Allí la población indígena, que se dedica a la caza, la pesca y la recolección de forma sostenible, está resguardando esos bosques con sus prácticas culturales tradicionales", indica la cooperante.
Tierraviva, institución que este año cumple 30 años de trabajo en la defensa de los derechos de quienes forman una treintena de comunidades y aldeas de esa zona, colabora con Manos Unidas desde el año 2020 fortaleciendo esa actividad para proteger a quienes habitan un espacio territorial y que tienen el hospital más cercano a 500 kilómetros y que carecen de agua en las largas épocas de sequía, lo que genera una elevada tasa de mortandad tanto de personas, muchos menores, como del ganado.
Esa colaboración está focalizada en la provisión de sistemas de agua en un lugar que produce arroz, soja y miel.
Así lo cuenta la coordinadora ejecutiva de Tierraviva, quien lamenta las condiciones en las que vive "una comunidad aislada y muy olvidada y que nota más los síntomas del cambio climático" en un país en el que prolifera "la corrupción" en la clase clase política.
Paraguay, un país con siete millones de habitantes, tiene a 140.000 indígenas, el 2% del total, y el 76% de esa población vive en la pobreza, sin poder cubrir las necesidades básicas, peleando contra enfermedades como la tuberculosis y con casi nula presencia en la educación.
"Se trata de aportar todos por nuestra parte para cuidar nuestra casa común, que es el planeta. La esperanza está en el ser humano", señala Lidia, quien asistirá el jueves a las siete y media de la tarde en el aula cultural de la Fundación Mediterráneo a la lectura del manifiesto de esta campaña, el cual correrá a cargo de la presidenta de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), María Dolores García Mascarell.