MURCIA. Los libros de texto están pensados para facilitar la enseñanza. Y es verdad que ayudan. Pero también ocurre en muchas ocasiones que los docentes nos sentimos encorsetados, sin capacidad de maniobra ante ellos.
Cuando somos los docentes quienes decidimos y preparamos los trabajos teniendo presente la situación concreta de nuestros alumnos, todo funciona mejor. Y, además, es más económico para las familias que cuando son las editoriales quienes preparan libros, fichas y otros materiales.
Conviene recordar que los docentes tenemos libertad para utilizarlos o no como libros de texto. Va bien, es más enriquecedor para el docente, usar varios libros simplemente de consulta.
No sólo los libros: también tenemos libertad para utilizar la metodología más apropiada, es decir, la que mejor se adapte a nuestra materia (no es lo mismo enseñar Historia que Matemáticas), nuestras habilidades y las capacidades de nuestros alumnos.
Seamos valientes y confiemos en nuestro buen saber hacer y entender. Los docentes hemos sido siempre grandes profesionales involucrados al cien por cien con la maravilla del saber y la grandeza de nuestros alumnos.
Queridos maestros y profesores: no os sintáis con las manos atadas por la administración, los currículos o los libros de texto. Dentro de la legalidad vigente, sabéis lo que hay que hacer.
Isabel Carpena
Maestra jubilada y miembro del grupo de Enseñanza de Vox