MURCIA. La Región de Murcia cierra la jornada del lunes con su peor dato de fallecidos desde que comenzó la crisis del coronavirus: diez murcianos han perdido la vida por el Covid-19 en las últimas 24 horas. Las víctimas mortales ascienden ya a un total de 78 defunciones. Por el contrario, el número de enfermos que se recuperan de la enfermedad continúa creciendo, con 37 curados nuevos. Así, la cifra de pacientes dados de alta roza los dos centenares (193 con exactitud), según recoge el último balance de la consejería de Salud, difundido este lunes. En total, el virus ha golpeado ya a 1.283 murcianos desde que el 8 de marzo se detectara el primer positivo.
Son las dos caras de las moneda de la pandemia: mientras los fallecimientos se siguen sucediendo, el número de contagiados desciende por segundo día consecutivo. Hay 1.012 casos activos, esto es, unos cuarenta menos que el sábado, cuando se alcanzó el registro más elevado (1.046).
También ha decaído el dato de ingresados en la UCI, con dos menos con respecto al domingo. Hasta la fecha, 51 enfermos permanecen en las unidades de intensivos mientras que el resto, 242 infectados, reciben tratamiento en planta de los hospitales. En total, hay 293 hospitalizados.
El resto de contagiados, 719, se encuentran en sus casas, en situación de aislamiento domiciliario. Este recuento también es inferior al registrado el pasado domingo, con 18 personas menos. Hasta ahora se han practicado casi 10.000 pruebas PCR (9.841) con resultado negativo en la Región.
Más de 200 trabajadores del personal sanitario (217) presentan la enfermedad del coronavirus, con 178 casos localizados en el SMS. El virus también ha golpeado a cuatro residencias de mayores y un centro de atención a niños con discapacidad. En concreto, la Región registra 137 residentes afectados y 32 fallecidos, además de 69 trabajadores contagiados.
Además, la consejería de Salud contabiliza 16.300 posibles casos (personas con síntomas que no han podido someterse a las pruebas) y 20.500 contactos estrechos (ciudadanos que han tenido algún tipo de encuentro con un contagiado). Todos ellos se encuentran vigilados por los médicos de cabecera y tienen la obligación de cumplir un escrupuloso confinamiento.