Lujo y vanguardia se dan la mano en un oasis de 320 viviendas en Guadalupe: la arquitectura tras la pandemia 

MURCIA. La pandemia ha dejado huella en la arquitectura de las ciudades y una prueba de ello son las nuevas edificaciones que se están llevando a cabo en ciudades como Murcia, con las que se busca satisfacer la demanda cada vez mayor de espacios abiertos al exterior y más zonas comunes. Esto que ya llevan tiempo advirtiendo los agentes inmobiliarios se ha trasladado a proyectos como este, llamado Templa, diseñado por los estudios murcianos de arquitectura Llanes-Granados y Antonio Rabadán Arquitectos. Se trata de un complejo residencial de lujo y vanguardista, detrás del cual está Baraka Properties, que creará un oasis de 320 viviendas en Guadalupe, en el que residirá una población estimada de 700 personas, convirtiéndolo en un pequeño poblado, que mira hacia su interior, en una de la zonas con mayor expansión urbanística del municipio. 

Los arquitectos de esta urbanización, cuyas dos primeras fases ya han empezado a construirse, se han inspirado en el paisaje de dunas del entorno para crear una arquitectura singular, con una fachada ondulada, grandes ventanales y unas zonas comunes en las que destacan el conjunto de piscinas, siendo la principal con efecto playa y con una plataforma de baño, la segunda con distinta altura y con cascada wellness, y la tercera con un carril de natación de 25 metros de longitud.

A la urbanización -situada a unos 300 metros de la UCAM, en la manzana que hace esquina entre la Calle de los Rosaos y la Calle Padre Gaspar Ortín Gómez (muy cerca del Tranvía y del Club Pádel Murcia)- se la ha querido dotar de "una presencia dominante, con fuerte carácter personal y líneas arquitectónicas vanguardistas, mezclando los colores atemporales de la naturaleza con líneas sinuosas que evocan y trasladan a otras partes del mundo", según explican los arquitectos. Añaden que la fachada está inspirada en cómo se asienta la arena en las dunas del desierto. 

Ese ansia de sentirte libre en tu propia casa, después de la experiencia del confinamiento, también la aportan las vistas, ya que el residencial, con una posición dominante sobre el entorno del Monasterio de Los Jerónimos, ofrece una panorámica de la ciudad de Murcia. 

Señalan los arquitectos que la urbanización -a la que se ha llamado Templa en alusión al recogimiento que ofrece un templo- es un proyecto innovador, no solo por su estética, sino también porque las viviendas han sido concebidas a partir de un análisis racional de las necesidades de sus clientes.

El proyecto consta de cuatro fases. Templa I (en proceso de albañilería) está formada por una gran manzana residencial de 84 apartamentos entre estudios de 1 y 2 dormitorios, con 1.000 m2 de zonas comunes con piscina y solárium, y zona de lavandería comunitaria. 

Templa II (con la que se está trabajando la estructura) consta de 74 viviendas de 2,3 y 4 dormitorios, todas ellas dotadas de amplias terrazas o jardín privado de gran superficie, y con más de 2.000 m2 de zonas comunes, para uso exclusivo de los residentes de esta fase. Entre los servicios que ofrece destaca el conjunto de piscinas, siendo la principal con efecto playa y una plataforma de baño; la segunda de ellas, a distinta altura que la primera, con cascada wellness; y la tercera, es un carril de natación de 25 metros de longitud. Vinculado a esta piscina hay un parque de barras outdoor para practicar ejercicio tipo calistenia y un aseo adaptado, para uso comunitario. El residencial consta además de parque infantil y distintas zonas para aparcamiento de bicicletas en la planta baja, así como taquillas de carga de patinete eléctrico. 

Templa III (a espera de la licencia del Ayuntamiento) consta de 69 viviendas de 1,2,3 y 4 dormitorios, todas ellas dotadas de amplias terrazas o jardín privado de gran superficie donde poder disfrutar del espacio exterior y contemplar la belleza del residencial y de sus más de 1.700 m2 de zonas comunes, para uso exclusivo de sus residentes (con las mismas dotaciones que Templa II) 

Finlamente, Templa IV (que acaba de recibir la licencia) aporta al conjunro otras 93 viviendas de distintos formatos, orientandas a estudiantes y profesorado de la UCAM, así como de la UMU, por su ubicación estratégica a 150 metros de la primera de las universidades y frente a parada de tranvía que conecta directamente con la segunda.