SAN PEDRO DEL PINATAR (EUROPA PRESS). La Lonja de Lo Pagán está en silencio. El patrón mayor de la Cofradía de San Pedro del Pinatar, José Blaya, lamenta que las capturas sólo han llegado, en la mañana en la que atendió a Europa Press, a "dos cajas de cangrejo, una caja de magre y una unidad de lubina", unas presas que se antojan escasas para las 65 embarcaciones y 220 familias que viven de los peces del Mar Menor.
Lo exiguo de esta jornada lo achaca Blaya a los episodios de anoxia que sufrió la laguna salada el pasado verano. Los pescadores han argumentado que "los peces se han ido al Mediterráneo a buscar el oxígeno que no tiene el Mar Menor". Es como "si tuvieran miedo", señala otro pescador mientras conversamos con el patrón mayor.
"No es miedo" ha asegurado, por contra, el presidente de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), Pedro García, quien además de la anoxia ha apuntado a "la eutrofización y las malas condiciones ambientales de la laguna".
García ha achacado esa falta de capturas a que "los peces que más sufrieron la anoxia fueron los de menor tamaño, que servían de alimentos a los especies más grandes", por consiguiente, una vez acabado el poco alimento disponible en la laguna y la falta de oxígeno, "los peces de mayor tamaño habrán salido del mar Menor en busca de alimento", lo que no quita para que puedan entrar y salir de la laguna, situación que dificultad su captura.
El propio Blaya es más directo. "No hay nada" de pescado y esa falta de capturas afecta directamente al funcionamiento de la Cofradía y de la propia lonja donde trabajan 12 empleados. "El mes pasado tuvimos unos ingresos de 10.500 euros y abrir la Cofradía cuesta entre 30.000 a 35.000 euros mensuales", ha calculado el patrón mayor, lo que hace "poco viable" el funcionamiento del centro aunque no ha querido hablar de cierre.
Los pescadores del Mar Menor han mantenido reuniones con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que visitó, el pasado viernes, el Instituto Español Oceanográfico, a escasos 50 metros de la Lonja de Lo Pagán. Ribera los derivó a la Consejería de Agricultura que posee las competencias en aguas interiores. El patrón mayor ha mantenido reuniones con la Dirección general de Pesca, pero no hay soluciones; "solo nos queda esperar y que vuelvan los peces".
Esa espera puede tener su fin a principio de la primavera cuando empiece la 'racha' de la dorada. Y es que, a pesar de todo, "el pescado del mar Menor no ha sufrido ninguna merma en su calidad". Es más, apunta Blaya "lo que sale del mar Menor tiene muy buena venta, muy buena salida y muy buena aceptación por los consumidores". Los barcos sólo confían en que los peces vuelvan a su 'casa' en la laguna salada.
Finalmente, desde ANSE han mostrado su contrariedad por "la falta de una evaluación más precisa de los efectos de las anoxias de 2019 y 2021" y de cómo éstas han podido afectar a las pesquerías.
La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente ha decretado una veda temporal para el ejercicio de la pesca en la modalidad de arrastre de fondo en aguas interiores de la Región de Murcia desde este lunes, 14 de febrero, al 27 de marzo, y del 1 al 30 de noviembre, según recoge este lunes el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM).
El objetivo de esta medida es contribuir con los objetivos de la Política Pesquera Común, y, en especial, asegurar que la explotación de los recursos biológicos marinos vivos restablezca y mantenga las poblaciones de especies capturadas por encima de los niveles que puedan reproducir el rendimiento máximo sostenible.
La propuesta, que entra en vigor este lunes, se ha remitido a las Cofradías de Pescadores de la Región de Murcia y a la Federación que las congrega, que han dado su conformidad.