el 21 de junio en el Casino Cultural

Los molinos de viento de la costa de la Región vuelven a girar en la revista 'Náyades': presentación en San Pedro

15/06/2024 - 

MURCIA. "Molinos que en el campo son navíos y que aquí, ya veleros anclados, te aureolan. ¡Cuánto barco en tu pueblo de oleajes, derramándose el campo en blancos lienzos!". Así se refería la escritora cartagenera Carmen Conde a los molinos de viento que, con sus velas latinas, han formado parte -y lo siguen haciendo- del paisaje de la costa de la Región de Murcia. Estos molinos, que además de moler la harina presidían los campos como vigías incansables, protagonizan el nuevo número de Náyades (el 16), la revista de costumbres, tradiciones e historia que dirige el arqueólogo, investigador y cronista de Las Torres de Cotillas Ricardo Montes. La presentación tendrá lugar el viernes 21 de junio, a las 20.00 horas, en el Casino Cultural de San Pedro del Pinatar.

Cuenta la revista que la molienda del trigo, para conseguir harina con la que fabricar pan, requería de "unos molinos que diferían mucho entre los movidos por agua, caso de la ciudad de Murcia y muchos pueblos ligados a los ríos y a la costa de Murcia, movidos por viento". En 1755 se contabilizaron en Cartagena 81 molinos de viento, bajando a 60 en 1852.  Un total de 212 hubo en la costa murciana, pasando por Cartagena, Fuente Álamo, San Javier y Torre Pacheco, con menor presencia en San Pedro del Pinatar, Mazarrón, Águilas, Lorca y La Unión. De testimonial, asimismo, se pueden considerar los molinos de viento de Los Alcázares, Molina de Segura, Cieza y Totana.

En Cartagena, además de inspirar a Carmen Conde, los molinos fueron un testimonio de la evolución histórica, demográfica y económica del territorio, siendo los dos periodos más importantes de expansión del molino cartagenero el de finales del siglo XVIII y principios del XIX, y el de finales del XIX y primer tercio del XX. Durante estos periodos se registran diferentes corrientes constructivas y se superponen innovaciones técnicas y tendencias arquitectónicas del momento: pre-clasicismo, clasicismo, modernismo y eclecticismo.

Náyades recorre distintos puntos de la geografía regional para hablar de estas construcciones. Respecto a San Pedro del Pinatar, municipio elegido para la presentación, se señala en la revista que si algo ha ido ligado al inicio de su desarrollo económico ha sido la convivencia en armonía de sus moradores con el entorno natural, agrícola e industrial de la localidad. "Prueba de ello a día de hoy son las innumerables referencias documentales, fotográficas e incluso artísticas, a través de uno de los elementos más representativos del Campo de Cartagena, sus molinos, bien complementados por aceñas, norias, balsas, molinas, molinetas y pozos artesianos, todos ellos dispersos por el término municipal de San Pedro del Pinatar".

 

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