visión financiera

Los bancos centrales nos hacen creer que los tipos pueden subir (y bastante)

11/05/2022 - 

MADRID. La guerra entre Rusia y Ucrania ha agravado las perspectivas de inflación, al tiempo que se percibe un recrudecimiento de las rupturas de la cadena de suministro mundial. Esto ha cogido desprevenidos a los bancos centrales, que ahora se apresuran en intentar adelantarse a los acontecimientos, lo que significa poner fin a la relajación cuantitativa (e iniciar el endurecimiento cuantitativo en el caso de EE UU) y subir los tipos de interés a corto plazo tan altos y rápido como lo permitan las economías.

Teniendo en cuenta la escala y la inesperada velocidad de estos dos vientos en contra, es algo sorprendente que los mercados de riesgo se hayan comportado tan bien como lo hicieron en el primer trimestre. Al comenzar el nuevo trimestre, seguimos siendo cautelosos. Además, con los bancos centrales en busca de tipos y rendimientos más altos, la renta fija seguirá bajo presión y continuará siendo un entorno difícil para el grado de inversión.

Los bancos centrales nos hacen creer que los tipos pueden subir (y bastante), ya que el crecimiento económico seguirá siendo robusto, pero hace sólo unos meses calificaban la inflación de "transitoria". Con los diferenciales de crédito habiendo recuperado dos tercios de su ampliación desde los mínimos de mediados de marzo, creemos que los mercados vuelven a pecar de exceso de optimismo.

Grado de inversión

Como nota positiva, los aspectos técnicos del mercado de crédito se han mantenido bastante sólidos. Los inversores parecían estar bien protegidos a principios de año, con saldos de efectivo relativamente altos. No obstante, las salidas han afectado principalmente al grado de inversión, continuando una tendencia que hemos visto a lo largo del segundo semestre de 2021. Como resultado, se ha producido una notable comprensión de los diferenciales, ya que el alto rendimiento superó al grado de inversión. 

Esperamos que esta tendencia continúe a medida que se descuenten las subidas de tipos y mientras se mantenga la confianza en que el crecimiento económico no se verá excesivamente obstaculizado. Si esto cambiara, esperaríamos a que los mercados empezaran a valorar un mayor riesgo de impago a futuro y, en consecuencia, los diferenciales de crédito se ampliarían, con los nombres de alto rendimiento más débiles liderando la carga.

En general, mantenemos nuestra opinión de que 2022 se caracterizará por un aumento de la dispersión de los rendimientos y de la volatilidad durante la primera mitad del año. Todo ello estará seguido de un entorno más favorable en la segunda mitad, a medida que los mercados de crédito fijen el precio de la mayor parte de las subidas de los tipos de interés, así como de las primas de riesgo añadidas para tener en cuenta el aumento del riesgo de impago asociado a la ralentización del crecimiento económico.

Simon Thorp, es CIO de Aperture Investors (Generali Investments)

Noticias relacionadas

next