MURCIA. El Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) y el Servicio Murciano de Salud (SMS) han puesto en marcha un protocolo con nuevas medidas de flexibilización para la población vacunada de los centros residenciales de mayores y de personas con discapacidad de la Región, que permitirá, entre otras actuaciones, que los residentes puedan realizar salidas con los familiares durante dos días como mínimo, con la exigencia de que al regreso se les realicen pruebas de antígenos y vigilancia de síntomas con toma de temperatura, durante una semana.
De esta forma, las consejerías de Política Social y de Salud ponen en valor la nueva situación de inmunidad generada en residencias de mayores y de personas con discapacidad, como resultado de la administración de la vacuna Pfizer durante los dos primeros meses del año tanto a usuarios como a trabajadores, informaron fuentes de la Comunidad en una nota de prensa.
Tanto el IMAS como Salud subrayan que aunque existe un riesgo significativamente menor de padecer Covid-19 después de la vacunación, el peligro no desaparece por completo porque la vacuna no garantiza una protección total a todas las personas vacunadas.
Es por ello que el protocolo hace hincapié en que se debe garantizar el cumplimiento de las medidas de higiene y prevención tales como uso de mascarilla, lavado de manos y distancia de seguridad, así como una ventilación adecuada.
De acuerdo con el nuevo protocolo, a partir de ahora, y mientras la situación epidemiológica sea favorable, los residentes vacunados de centros de discapacidad podrán recibir visitas y realizar salidas, de dos horas de duración, programadas con familiares, manteniendo las medidas de distancia y de uso de mascarilla, y limitando los contactos a grupos de convivencia de una misma unidad familiar.
En cuanto a las residencias de mayores, se permiten las visitas programadas de familiares. En el caso de los residentes vacunados podrán, además, tener contacto físico no de riesgo de familiares convivientes, y los menores de cualquier edad podrán visitarlos siempre que sus progenitores se responsabilicen de que mantengan las medidas de seguridad.
Tanto en las residencias de personas mayores como de discapacidad para los residentes vacunados, también se autorizan las salidas con familiares del mismo grupo de convivencia a establecimientos sanitarios, con exigencia de mantener las medidas generales de higiene y prevención, y se podrán realizar salidas terapéuticas con los profesionales del centro a establecimientos públicos, evitando lugares concurridos o con aglomeraciones y el transporte público.
En cuanto a las cuarentenas, en contactos estrechos se mantendrán las cuarentenas una semana, el residente deberá tener PCR negativa a su regreso, y no será necesario realizarla cuando se produzca traslado entre centros.
Además, tras salidas a urgencias por circuito sucio (zona hospitalaria en la que puede haber personas sospechosas o confirmadas de Covid) o ingreso hospitalario con una duración mayor a 24 horas, será también necesaria una PCR previa al regreso y una cuarentena de siete días.
Por último, según el protocolo, las medidas podrán aplicarse de forma escalonada y estarán en continua evaluación, de manera que se relajarán o se harán más restrictivas en función de la incidencia de la enfermedad en la comunidad, y su impacto entre usuarios y trabajadores de centros de día y residencias.