CARTAGENA. En medio de un tenso proceso de negociación colectiva, el astillero de Navantia en Cartagena se encuentra en una encrucijada. El presidente del Comité de Empresa, Eusebio Ángel Martínez Conesa, ha anunciado un conjunto de movilizaciones que los trabajadores están dispuestos a emprender si la situación no mejora. La falta de avances en la negociación del convenio colectivo, sumada a la negativa de Recursos Humanos a aceptar las demandas del comité, ha llevado al sector a tomar medidas más drásticas.
Martínez Conesa fue tajante: "La negociación del convenio está siendo bastante dura, sobre todo porque la Dirección de Recursos Humanos no está accediendo a nuestras reclamaciones y está siendo poco flexible". La raíz del problema, según el comité, se encuentra en la necesidad urgente de nuevas contrataciones, la reclasificación de puestos y la reducción de la jornada laboral. El astillero, que en la actualidad cuenta con más de 1.000 empleados, necesita al menos 400 nuevas incorporaciones para hacer frente a la carga de trabajo, especialmente en la unidad de producción de submarinos, considerada el corazón del astillero.
El malestar en el astillero no es nuevo. Desde hace prácticamente dos años, los trabajadores vienen denunciando la creciente subcontratación y la falta de personal. Este déficit se traduce en retrasos en la producción, como se ha visto con el submarino S-82, y un aumento significativo en las horas trabajadas por la industria auxiliar, lo que representa 526 personas a tiempo completo. "No podemos seguir con una alta subcontratación. Hace un año ya vamos tarde", enfatiza Martínez Conesa.
Entre las medidas de presión más destacadas que se llevarán a cabo están las visitas a la Delegación de Hacienda en Cartagena y al Ministerio de Hacienda en Madrid. Los trabajadores exigen la presencia de la Ministra Montero, quien aún no ha visitado el astillero, pese a haber acudido a otros centros de Navantia. "Necesitamos su apoyo. Tiene que darnos cuenta de que este astillero es uno de los diez del mundo que diseña y produce submarinos", subraya el presidente del Comité de Empresa.
Otra medida aprobada es un cierre completo de la jornada laboral en el astillero de Cartagena, aunque la fecha exacta se mantiene en secreto. Esta acción, señala el comité, busca no solo presionar a Recursos Humanos, sino también llamar la atención sobre la gravedad de la situación. "No queremos que se dilate más esta negociación o la dilate más Recursos Humanos", asevera Martínez Conesa.
Con la vista puesta en un calendario de negociaciones que se extiende hasta finales de noviembre, el Comité de Empresa no está dispuesto a ceder. "El objetivo es que no podemos pasar ya de este año sin tener acordado un convenio", afirma Martínez Conesa, quien insiste en que las movilizaciones son la única vía para asegurar que se escuchen las demandas de los trabajadores.
El clima en Navantia Cartagena es de incertidumbre. Mientras los trabajadores esperan que la dirección de Recursos Humanos se sienta a negociar de manera efectiva, las movilizaciones son inminentes. Las demandas son claras: más personal, mejores condiciones laborales y un convenio que refleja las realidades del astillero.