CARTAGENA. Hosteleros y taxistas paralizaron la circulación en Cartagena este miércoles en la manifestación que congregó a cientos de personas y vehículos por algunas de las principales arterias de la ciudad portuaria. Aunque dueños y trabajadores de restaurantes, cafeterías y bares llevan varios días protestando por el cierre obligado de sus negocios, en esta oportunidad los taxistas también lanzaban la voz de auxilio por un futuro que se presume muy negro.
"A nosotros el trabajo nos ha bajado con el cierre de los bares y los restaurantes en un 90%", decía José Luis Fernández, tesorero de Unión Radio Taxi, un colectivo que representa a 196 socios.
"Además, si la gente tiene que estar recogida en su casa a las once de la noche, sin posibilidad de salir, repercute también a nuestro trabajo", añadía este taxista.
Reconoce Fernández que las recaudaciones son pésimas "25 o 30 euros en una jornada y así no se puede subsistir. Desde hace un mes vamos en picado. Las noches se han quedado muy flojas, con servicios a hospitales y a farmacias únicamente".
Añadía, por otro lado, que ante esta crisis son un buen grupo, alrededor del 20% los socios que han dejado el taxi aparcado en casa y se han puesto a buscar otro trabajo. "Mucha gente se está desenganchando, porque aquí no hay posibilidad de sacar nada. Alrededor de 40 personas se han ido a la baja y durante este mese se irán algunos más. Con todo y con eso, los que estamos tampoco sacamos para ir tirando, así que vamos a tener que cortar y no salir a trabajar".
Pablo Brotons, uno de los hosteleros que está encabezando las reivindicaciones en Cartagena, añadía, por su parte, que considera que no se han tomado las suficientes medidas. "El cierre tajante es injusto. Agradecemos los acuerdos, pero llegan tarde y son insuficientes. Queremos seguir exigiendo lo que creemos que nos merecemos. Trabajamos en condiciones límites desde que salimos del confinamiento: no ha habido un paquete de medidas, no nos han respaldado y nos mandan a casa. Que nos cierren de un día para otro es muy injusto. Si ya lo sabían, debían habernos avisado para organizarnos y no hubiéramos pedido, ni comprado, pero de esta manera no han pensado nada en nosotros ni los que están a nuestro lado. Ha llegado el momento de que no podemos más y luchamos solamente por poder comer".
"Son muchas las familias que están aquí detrás", incidía el hostelero, "y no solo la hostelería. Es algo global, por lo que la red es tan grande que el pequeño comercio también queda tocado, al igual que los taxistas. Están desesperados, no saben qué hacer. Se han puesto en contacto con nosotros para este grito de auxilio y o lo hacemos ahora o va a ser tarde ya".
Consideran los hosteleros que el Gobierno Regional ampliará a mas semanas el cierre de la hostelería por lo que piden que "si es un confinamiento perimetral, que los municipios se traten de forma independiente. Si en Cartagena se está haciendo bien y casi no hay casos positivos, que nos dejen trabajar con ciertas medidas. No se debe generalizar; este cierre ha llegado motivado por el incremento en Murcia, pero no en otros lugares como aquí".