MURCIA. Los talleres mecánicos no dejan de verse sorprendidos por el crecimiento en su volumen de negocio. Y es que mientras los comercios cuelgan el cartel de "cerrado por vacaciones", este sector no solo no se permite bajar el ritmo durante el verano, sino que ve como los clientes se amontonan a sus puertas, con coches entrando y saliendo de sus garajes.
Al fin y al cabo, las vacaciones de verano es el momento que muchas familias aprovechan para realizar viajes largos a los que el vehículo no suele estar acostumbrado, por lo que no son pocos los clientes que buscan asegurarse de que su vehículo esté en perfectas condiciones antes de echarse a la carretera.
De hecho, lo habitual en estas fechas no son las grandes reparaciones, sino esas pequeñas averías que permiten al coche seguir circulando a la espera de encontrar un hueco para su arreglo. Así, los servicios más demandados son la reparación del aire acondicionado, la recarga de gas, el cambio de ruedas y la revisión de los frenos. Eso sí, según destaca el dueño de uno de los talleres de neumáticos, "la gente ya no busca cambiar las cuatro ruedas, sino que las cambian en las últimas y ya no las piden nuevas, sino de segunda mano".
Por tanto, los días previos a ese período de desconexión suponen un lleno absoluto para los talleres, lo que obliga a pedir cita para las reparaciones e incluso en algunos resulta probable tener que esperar entre un par de días y una semana para recibir la ansiada atención.
No obstante, no solo los viajes son los causantes de este efecto en la demanda, pues no es menos cierto que las vacaciones suelen ser el momento ideal para realizar esas tareas para las que nunca hay tiempo durante el año, como ir al dentista o realizar la revisión del coche: "Los dueños de vehículos se esperan a tomarse unos días para pasar la revisión y ponerlos a punto, se vayan o no de vacaciones'', explica a Murcia Plaza uno de los mecánicos de un taller Midas en la ciudad de Murcia.
