Mesa del Agua de la Región de Murcia, el pasado miércoles. Foto: MARCIAL GUILLÉN (EFE)MURCIA. Viernes 16 de diciembre en Murcia, ante la sede de la Delegación del Gobierno; a las 10 de la mañana. Los regantes de la Región de Murcia ya tienen prevista la primera de las movilizaciones que quieren llevar a cabo en Navidad en protesta por el plan hidrológico del Tajo, cuya aprobación -pendiente del visto bueno del Consejo de Ministros- supondrá una merma de hasta un 40% de los envíos de agua del Trasvase a la cuenca del Segura.
La Mesa del Agua de Murcia, que se reunió el pasado miércoles, ha fijado ya la primera manifestación. A la protesta del próximo viernes esperan sumar otra en Valencia, frente a la sede del Consell valenciano. Y también estudian llevar a cabo una marcha por Madrid el próximo 21 de diciembre.
Los regantes quieren evitar que se certifique el plan hidrológico del Tajo, que implicaría los caudales ecológicos del Tajo se incrementen en los términos previstos (y temidos) en el Consejo Nacional del Agua: 7 m3 por segundo entre 2023 y 2025, 8 m3 por segundo en 2026 y 8,66 m3 en 2027. De cumplirse esas previsiones, calculan que sufrirían la merma de 105 hectómetros cúbicos al año para el Levante.
La decisión de tomar las calles antes de Navidad fue adoptada por una unanimidad en la Mesa del Agua, que está integrada por las asociaciones empresariales del sector agroalimentario (Proexport, Apoexpa, Fecoam, Fecamur, Agrupal y Asociación de Empresarios Hortofrutícolas), la Junta Central de Usuarios Regantes del Segura, el Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura (Scrats), las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, así como los sindicatos UGT y CCOO.
El Gobierno regional ya adelantó que se sumará a las manifestaciones. Los regantes, además, quieren que toda la clase política se una al grito de auxilio, sin distinción de partidos. "Los más de 15.000 desempleados que podrían verse afectados [por el recorte del Trasvase] están en todas las orientaciones políticas", esgrimió el presidente del Scrats, Lucas Jiménez, quien el pasado miércoles apelaba a que es "ultraje tremendo a los intereses sociales, económicos y medioambientales de la Región" y que asimismo resulta un "auténtico drama futuro y una grandísima tomadura de pelo para todos los murcianos".
