Los regantes del Segura, indignados, se preparan para volver a manifestarse antes de Navidad

MURCIA. Los regantes volverán a tomar las calles. Indignados ante los propósitos del nuevo plan hidrológico del Tajo, que recorta hasta un 40% los envíos de agua a la cuenca del Segura, la Mesa del Agua de Murcia, reunida este miércoles, ha tomado la decisión de manifestarse antes de Navidad. Todavía se aferran a que el Consejo de Ministros, que tiene la última palabra, no certifique que los caudales ecológicos del Tajo se incrementen en los términos previstos (y temidos) en el Consejo Nacional del Agua: 7 m³ por segundo entre 2023 y 2025, 8 m³ por segundo en 2026 y 8,66 m³ en 2027. De cumplirse esas previsiones, calculan que sufrirían la merma de 105 hectómetros cúbicos al año para el Levante.

El acuerdo para movilizarse fue adoptado por unanimidad, bajo el respaldo de los empresarios de la Región, las organizaciones agrarias, los sindicatos y también de la Comunidad, con su presidente Fernando López Miras a la cabeza. No hay fecha cerrada ni un lugar definido, aunque sí disponen de las autorizaciones pertinentes y esperan llevar a cabo la protesta entre el 16 y el 21 de diciembre. El tiempo apremia. También emitirán un llamamiento a los regantes de Alicante y Almería para que sumen a las marchas. Cabe recordar que la última gran movilización se desarrolló en mayo en Alicante, con miles de manifestantes. Antes, en febrero, hubo otra protesta multitudinaria en Murcia, con tractores y agricultores atronando por el centro de la ciudad.

Además, la Mesa del Agua (formada por representantes empresariales del sector agroalimentario, regantes y sindicatos) quiere que toda la clase política se una al grito de auxilio, sin distinción de partidos. Por lo pronto, cuentan con el apoyo del jefe del Gobierno murciano, quien advierte de que la Región se juega "su futuro": "No podemos hablar de una sola actividad económica perjudicada sino que el Tajo-Segura es vital para el presente, para el futuro y para el desarrollo de la Región", adujo el presidente, convencido de que hay que defender el agua "desde la unidad de acción".

Llamamiento a la unidad política

No obstante, el presidente del Scrats, Lucas Jiménez, quiso recalcar que las protestas "no tienen una connotación política": "Los más de 15.000 desempleados que podrían verse afectados [por el recorte del Trasvase] están en todas las orientaciones políticas", esgrimió, apelando a que es "ultraje tremendo a los intereses sociales, económicos y medioambientales de la Región" y que asimismo resulta un "auténtico drama futuro y una grandísima tomadura de pelo para todos los murcianos".

La pasada semana se conocía un estudio, elaborado por el catedrático Joaquín Melgarejo, director del Instituto Universitario del Agua y las Ciencias Ambientales (IUACA), que señala que cada hectómetro cúbico que no acaba en el río Segura a través del acueducto del Tajo acarrea un impacto económico bruto para la economía del Levante de unos 4 millones de euros y una repercusión de 86 puestos de trabajo. El estudio fue presentado en una reunión conjunta entre López Miras y el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón.