Los pisos 'reinan' en el mercado del alquiler de la Región: el 68% que no compra elige este tipo de vivienda

CARTAGENA. La tormenta perfecta a la que se enfrenta el mercado inmobiliario, con precios altos, escasez de oferta y salarios bajos obliga a muchos ciudadanos a acudir al mercado del alquiler para poder tener una vivienda en una localización y condiciones que les encaje. Y el tipo de vivienda que domina el mercado del alquiler en la Región es el piso, que suelen ser más económicos que otros tipos de vivienda.

El 68,1% de los ciudadanos que viven en régimen de alquiler eligen un piso frente a otras alternativas como los adosados, dúplex o chalés independientes. Este dato es 20 puntos porcentuales mayor que el relativo al total de población que reside en pisos, lo que nos indica que el parque de vivienda en alquiler se inclina preferentemente a esta tipología de vivienda, frente a otras como adosado o, sobre todo, chalé, que pueden aparejar arrendamientos más caros y, por tanto, no resultar baratos para el perfil de ciudadano que opta por el alquilar (menos pudiente económicamente, como vimos con anterioridad).

Por edad, son los residentes de entre 30 a 44 años los que de forma más mayoritaria (59,4%) viven en dúplex, adosados o pareados; además, el chalé independiente es el tipo de residencia para el 30% de los encuestados que se ubican como clase alta, confirmando el perfil cliente de este tipo de vivienda como asociado a una mayor capacidad adquisitiva.

La vivienda en alquiler es la opción menos elegida conforme va aumentando el nivel de ingresos, siendo las clases medias, medias-altas y altas las que poseen una mayor tasa de propiedad (81% reside en viviendas de su propiedad), frente a las clases medias-bajas y bajas que apenas llegan al 65%, ocupando los ciudadanos que así se ubican hasta seis puntos más en la tasa de vivienda alquilada (24,6%). Edad y nivel de ingresos se desvelan como claras condiciones del régimen de tenencia de vivienda. Por último, respecto al estado civil, el número de propietarios es acentuado en el caso de aquellos que se encuentran casados ya que, en comparación con el resto, únicamente el 12,3% reside en una vivienda en alquiler, mientras que entre aquellos que se encuentran en una situación diferente a la de estar casado, el 24,9% tiene su residencia habitual en una vivienda alquilada. Observamos, por tanto, una asociación entre el matrimonio y la estabilidad residencial, mientras que aquellas personas solteras o separadas tienden a experimentar en mayor medida situaciones de vivienda más provisionales, haciéndoles inclinarse hacia el alquiler.

Entre los motivos para alquilar, un 46,7% de los que declaran un régimen de alquiler tienen como principal motivo no poder hacer frente al pago de una vivienda. Es decir, la vivienda en propiedad se sitúa como la primera opción, siendo el alquiler un régimen de tenencia secundario por motivos económicos. Este dato se da de una manera similar en todos los segmentos de población, si bien toma un peso algo mayor para las clases sociales bajas y medio-bajas. En segundo lugar, más de la cuarta parte de los ciudadanos (27%) considera que se trata de una situación provisional o transitoria hasta que puedan adquirir una vivienda en propiedad. La transitoriedad en el régimen de alquiler es más fuerte entre los jóvenes de 18 a 29 años (32,7%), así como entre los entrevistados que se ubican en las clases medias (31,3%), medias-altas (44,4%) y las clases altas (66,7%).