CARTAGENA. Los hosteleros de Cartagena apuestan por mantener la ampliación de las terrazas en bares y restaurantes de Cartagena una vez que se den por concluidas todas las restricciones en accesos a los establecimientos. Para ello afirman que han mantenido reuniones con el Ayuntamiento con el fin de regularizar cada caso y que sea una decisión consensuada entre hosteleros, administración y vecinos. Aunque los vecinos, al menos la plataforma Sin Ruido en Cartagena, muy activa en estos asuntos, manifiesta simple y llanamente que se debe cumplir la ley sin ninguna cortapisa.
Así lo confirmaba el propio presidente de los hosteleros de Cartagena, Juan José López, quien explicaba que sacar la hostelería a la calle "es bueno para la recuperación económica, pero también para la sanitaria. El cliente necesita esa sensación de libertad y el sector, al cliente para seguir sobreviviendo".
"Estamos trabajando para mantener las ampliaciones, todas reguladas y ocupar zonas de espacio en calzadas, por el bien de todos", indicó el representante de los hosteleros, quien considera que siendo Cartagena una ciudad turística" necesita ese espacio abierto y nosotros, recuperar esos años perdidos". Pone como ejemplo un municipio vecino "no hay que irse muy lejos. En Los Alcázares se mantienen las terrazas en la vía pública. Es bueno para el consumo, la ciudad, y la imagen hostelera mejoraría mucho. Tenemos que ser consecuentes, sentarnos y funcionaría en beneficio de todos, incluso para los vecinos".
Aseguró, que se trabaja ya con el Ayuntamiento en estos términos "y hemos visto que la ampliación es una buena solución para la ciudad: la movilidad, el descanso y la recuperación económica", explicó López, quien apostilló que el objetivo es "tratar de regularlo todo, que sea homogéneo, con plataformas adecuadas, terrazas estables y permanentes y en consenso y beneficio de todos".
Desde la plataforma Sin Ruido Cartagena indican que la Alcaldía no se puede permitir hoy, "tal como está el panorama político, tomar decisiones conscientemente que no cumplan con la ley y la jerarquía normativa, perjudicando conscientemente a los ciudadanos de zonas residenciales que habitamos en el entorno de las terrazas".
Los ciudadanos, Hostecar y el Ayuntamiento "tienen que cumplir la normativa vigente ya que todos somos iguales ante la Ley así lo marca la Constitución Española". Añaden que el aumento de aforos de las terrazas "no está proporcionado con los servicios de los locales de hostelería, y esto influye en el aumento de micciones y vómitos en nuestras calles. También vidrios rotos y manchas de grasa, etc. Les recordamos que los servicios de limpieza pública los pagamos todos".
Se preguntan, por otro lado, que si no cumplen su reciente Ordenanza de Ruidos y Vibraciones, "¿para que se aprobó?" El incumplimiento de esta Ordenanza "pone de manifiesto la ineficacia de los Planes de Vigilancia y queda demostrado con las múltiples denuncias vecinales", subrayan.
Indican que hay que cumplir la normativa en la Disposición Transitoria Única, en su punto 5 y lo que ordena en su artículo 53. En ella se establece que la distancia entre terrazas será de 25 metros y el aforo de cada una no será superior a 40 personas. Además se tiene que hacer un estudio de calidad acústica para obtener la licencia y, que el Ayuntamiento de forma justificada, puede supervisar estos ruidos con equipos de monitorización en continuo, si no cumplen con lo establecido en esta Ordenanza establecerán restricciones de ocupación del espacio público, de horario y de funcionamiento aunque hubieran sido inicialmente autorizadas.
Pero lo más importante, señalan desde este colectivo, es el no cumplimiento de la Ley del Ruido y el R.D. que la desarrolla. Ya que la ocupación excesiva del espacio público por las terrazas "da como resultado ruido que sobrepasa los valores límites establecidos para los espacios residenciales". Y al sobrepasarlos todos los días durante todo el año, "producen maltrato acústico y psicológico a los vecinos y la falta de sueño en las horas de descanso propicia accidentes laborales y de tráfico".
Este consistorio tendría que tener en cuenta que "aumentar y consolidar las terrazas sobredimensionadas contribuye a ocasionar un exceso de ruido que supera los decibelios establecidos por la legislación vigente para las zonas residenciales y que impide la edificación de nuevas viviendas y licencias en las zonas afectadas según la Ley del Ruido. ¿Cómo van a edificar viviendas en una zona en la que no se puede dormir?"
También hay que cumplir con la ley de Administraciones Públicas, que dice que hay que dar preferencia al uso común sobre el privativo (artículo 6.d). Al ocupar la mayoría del espacio público con mesas y veladores, ya que este espacio se convierte en privado con ánimo de lucro al ser ocupado por las terrazas.
Tampoco cumplen la ley adosando las mesas y las sillas de las terrazas a las fachadas de los edificios, pues promueven un trato discriminatorio a las personas con dificultades de movilidad, es obligatorio el dejar un itinerario peatonal accesible de 1.80 metros, junto a las fachadas de ambos lados de las calles, o tener un pavimento táctil.
