La confianza de los empresarios murcianos en la evolución de la economía durante el cuarto trimestre del año cae más de cuatro puntos respecto al trimestre previo y se sitúa en el 3,2%.
MURCIA . La llegada de una desaceleración económica anunciada por los distintos gobiernos e instituciones se deja notar en las sensaciones de los empresarios de la Región. La confianza de los empresarios murcianos en la evolución de la economía durante el cuarto trimestre del año cae más de cuatro puntos respecto al trimestre previo y se sitúa en el 3,2%. El Indicador de Confianza Empresarial (ICE) que elabora trimestralmente la Cámara de Comercio de Murcia permanece en los niveles más bajos desde finales de 2013, influida por el contexto de incertidumbre que está causando la inestabilidad del marco político nacional y por los temores a una desaceleración económica.
En el análisis de los componentes del ICE se aprecia que su descenso está más condicionado por los resultados declarados por los empresarios para el tercer trimestre, que por las perspectivas que tienen para final de año, cuando suele repuntar el consumo por el periodo navideño. Concretamente, en el periodo julio-septiembre, el saldo neto se ha situado en el 1,5%, frente al previsto del 8,9%; mientras mejoran hasta el 5% por ciento las perspectivas para el periodo octubre-diciembre.
Según señala el presidente de la Cámara, Miguel López Abad, "aunque la realización de la encuesta fue anterior a la pasada repetición electoral, es evidente que lo prolongado de la inestabilidad política está pesando en el clima empresarial, con un descenso de la confianza que nos sitúa en niveles del periodo de crisis. El signo, tanto de los resultados como de las previsiones, todavía es positivo, y es un hecho que continúa el crecimiento y la creación de empleo, pero las percepciones sobre la economía van a la baja y es una realidad que las inversiones se aplazan ante la falta de estabilidad que estamos viviendo en el marco político nacional".
A pesar de la pérdida de confianza, el porcentaje de empresas que espera aumentar su cifra de negocio a final de año alcanzan un saldo neto del 11,3%, lo que supone una notable mejora respecto al trimestre previo, cuando el resultado neto fue del -4,1 por ciento neto de los casos, no llegando a cumplirse las perspectivas de aumento que habían pronosticado.
Este descenso en la cifra de negocio del trimestre ya cerrado que describen los empresarios murcianos ha repercutido en un aumento de las empresas que aprecia la demanda débil, que repunta hasta el 59% de los encuestados, frente al 41,9 anterior, así como en un descenso en el porcentaje de empresas que no aprecia ningún factor que esté limitando su actividad, un 22,5 frente al 26,6 del trimestre previo.
Respecto al mercado laboral de la Región, la dinámica de creación de empleo del mercado laboral regional se contrae, desde el 15% neto de los encuentados que dicen haber aumentado su plantilla de trabajadores en el tercer trimestre del año, hasta el 6,2 que prevén seguir contratando en el último tramo del año.
El capítulo de las exportaciones se ha situado en negativo durante el trimestre julio-septiembre , ya que el 2,8% neto de los empresarios encuestados que venden fuera de España señala haber disminuido sus ventas en ese periodo, no alcanzando las expectativas esperadas según la encuesta anterior. Por el contrario, las previsiones para el último trimestre del año indican un aumento del 19,5% neto de las empresas encuestadas. La valoración de los empresarios viene sustentada por los datos de la Secretaría de Estado de Comercio que reflejan que las exportaciones de la Región de Murcia hasta septiembre alcanzaron los 8.053 millones de euros, un 1,7% más respecto al mismo periodo del año anterior, pero que este aumento estuvo motivado por los productos energéticos (11,6%), pues los no energéticos disminuyeron un 1,5.
La inversión es el parámetro que registra un peor comportamiento, ya que un 6,5% neto de los empresarios dicen haberla disminuido en el tercer trimestre; y un 2,5% dicen que lo harán hasta final de año. A este respecto hay que señalar que tanto la situación observada como las perspectivas vuelven a un signo negativo que no se producía desde mediados de 2014.
Finalmente, los precios de venta para el último trimestre disminuirán según el 0,7% neto de las empresas encuestadas. En el anterior se han reducido en el 0,4% neto de ellas. La contención de los precios energéticos ha condicionado a la baja el IPC a lo largo de este año. Los empresarios observan una falta de impulso en el consumo por parte de las familias, a pesar de la subida de los indicadores salariales, a la vez que las empresas posponen sus decisiones de inversión y creación de empleo, en un contexto de reducción de márgenes de beneficio para ganar competitividad.