CARTAGENA. La combinación de hastío y falsa seguridad no son buenas compañeras de viaje en la lucha contra una pandemia que dura ya más de dos años. Pese a que la actual variante predominante, ómicron, no tiene la letalidad de sus predecesoras y que la vacunación ha disminuido considerablemente los efectos del coronavirus, no escapa que la mayor capacidad de contagio de la enfermedad actualmente obliga a extremar la precaución.
Algo que no es sencillo de llevar en una ciudad cuya vida se basa en la interacción social como es Cartagena, con un flujo continuo de cruceros y turistas. La crítica situación actual ha obligado a los cruceros a volver a los grupos burbuja para contener los contagios entre la población foránea. Pese a ello, la IA sigue desbocada en la trimilenaria.
Los Dolores es, con claridad, el barrio más castigado de la ciudad portuaria. Con 3.264 casos de IA a 14 días (1.804 en la última semana), no hay una explicación razonable para que la sexta ola se haya cebado con esta zona de la trimilenaria. El Casco Antiguo, con una IA de 2801 casos y el Barrio de la Concepción son los otros dos barrios que sobresalen entre una ciudad turística que ve amenazada el pilar económico de referencia, industria aparte. La IA del conjunto de la ciudad se encuentra en los 2.508 casos.
Por tramo de edades, la franja de entre los 15 y los 29 años es la que más casos registra en la dos últimas semanas del año, las más críticas para las autoridades sanitarias por el incremento de la interacción social. Así, este grupo suma una IA de 2006 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la franja superior, de los 30 a los 39, registra 1843 casos de IA. El grupo de 40 a 49 años computa 1.593. Unos datos que concuerdan con el mensaje lanzado de que los contagios se producen en el entorno familiar y social. También llama la atención que la población menor de 2 años tenga una IA de más de 2800 casos, lo que obliga a extremar la precaución en los padres primerizos.