MURCIA (EFE). Las lluvias torrenciales y el granizo producidos en la Región de Murcia desde el pasado 15 de mayo han causado unas pérdidas al campo murciano de 103 millones de euros, a los que se sumarán los daños, todavía no cuantificados, de la granizada registrada ayer en el Noroeste, ha informado este jueves el consejero de Agricultura en funciones, Antonio Luengo.
Luengo, que ha visitado esta mañana zonas afectadas por el pedrisco de ayer, ha informado de que los agricultores podrán dirigirse desde mañana, viernes, a la Oficina Agraria de Caravaca de la Cruz para solicitar los tratamientos fitosanitarios adecuados para curar con cicatrizante los cultivos leñosos que pone a disposición del sector la Consejería murciana.
Luengo ha anunciado también que se solicitará al Estado la declaración de zona catastrófica, y ha recordado que este año, entre la sequía y las tormentas, el total de pérdidas asciende ya a 173 millones de euros, “y el Ejecutivo central no ha está dando la respuesta urgente que venimos reclamando ni atiende a la petición de una reunión para abordar esta grave situación”.
La valoración de los daños producidos por las lluvias torrenciales y las tormentas de granizo desde el 15 de mayo hasta la fecha supone unas pérdidas en la Región de alrededor de 103 millones de euros, con una superficie afectada de cerca de 19.000 hectáreas y unas pérdidas de más de 201.000 toneladas. Todo ello, a falta de valorar por los técnicos los daños producidos ayer.
En la tarde de ayer se produjo una granizada de gran intensidad y con pedriscos que alcanzaron las dimensiones de la palma de la mano, acompañado con abundante lluvia, llegando la precipitación en algunas zonas a más de 60 litros por metro cuadrado en unos pocos minutos.
El consejero ha incidido en que muchos de los daños que se vienen produciendo por la sequía o por las lluvias no tienen cobertura en el actual sistema del seguro agrario, “cuya contratación no es rentable para una parte importante de los productores de la región, especialmente para los cultivos de secano, en los cuales su rentabilidad es muy baja”, por lo que ha subrayado la necesidad urgente de que el Gobierno central “modifique el modelo actual y lo haga compatible con las necesidades reales de nuestros agricultores y ganaderos”.