MURCIA. "Lúbrica, escurridiza, vibrante. Jesús Crespo entiende la pintura como un organismo viviente. Pulso y latido. Sístole y diástole. Membrana y flujo". Así describe el comisario Jesús Alcaide la obra de este artista madrileño que por primera vez inaugura una exposición individual en la galería murciana Artnueve (tras haber participado en la colectiva Savia II). Lo hace con Lúbrica, que es como ha titulado esta muestra en la que expone una serie de lienzos en los que su pintura se sitúa al límite de la abstracción; y que se inaugurará este jueves a las 20.00 horas.
"Como una serie en continua transformación, las piezas de la serie Lub resbalan por la mirada en un perpetuum mutabile. Pinturas que nacen en la mitad de la noche, cuando los sueños se convierten en extrañas figuraciones y las pesadillas en caligrafías desconocidas. Gesto y deseo lubricando la mirada. No se trata de realizar actos de ruptura, sino de buscar más bien otras continuidades", añade el comisario de la exposición sobre esta estimulante serie.
Añade la galería que dirige Mari Ángeles Sánchez Rigal, que Jesús Crespo (Madrid, 1989) realiza pinturas que exploran las relaciones dinámicas entre metamorfosis, disolución y extrapolación de imágenes. En sus obras , combina múltiples perspectivas para crear espacios nuevos y ambiguos donde la percepción y el descubrimiento se fusionan a través de la diversión. "El resultado es un cuerpo de trabajo que empuja los límites de la pintura y abre nuevas posibilidades para la comprensión de la imagen y el significado aleatorio de la abstracción, utilizando conceptos como la pareidolia".
"Es por eso que las pinturas de Crespo a menudo juegan con la ambigüedad, invitando a los espectadores a interactuar con su trabajo en múltiples niveles para decidir por sí mismos. A través de su uso del color, la forma y sus lienzos lubricados, crea una experiencia inmersiva que difumina las líneas entre la abstracción y la figuración", apuntan.
Destacan también que el trabajo de Crespo es un reflejo de la naturaleza, en constante cambio, de la realidad y su capacidad para capturar esto en sus pinturas es lo que las hace tan convincentes. Una de sus estrategias es usar el lienzo como paleta; la rapidez y liquidez del soporte, el cual tiene una imprimación a base de resina vinílica transparente que crea una película resbaladiza y brillante que conduce apreciar un efecto “todavía húmedo”, “lubricado”. Esto le permite pintar sobre una superficie donde mezclas de colores y formas se dan a gran velocidad obteniendo los elementos que componen la imagen.