CARTAGENA. Las tormentas de esta semana pasada semana han producido un fallo en el motor de la luminaria del faro de Cabo de Palos, concretamente en los viradores, y en la instalación eléctrica. Este es el motivo por el que el faro emite una luz fija, mientras se soluciona el estropicio causado en dichos viradores.
Son varios los usuarios que han preguntado en las redes sociales qué le sucedía al faro que había dejado de emitir sus pulsos intermitentes y la respuesta se encuentra en la lluvia caída a finales de la pasada semana y principios de la actual.
La cabina, donde está el foco, el alma de este faro, está cerrada: la frecuencia de su iluminación es la siguiente 7-1-3-1, o lo que es lo mismo, siete segundos de oscuridad, uno de luz, tres de oscuridad y uno de luz. Este código secuencia permite identificar una determinada señal luminosa en las cartas náuticas de una forma rápida y sencilla. El encendido se produce 30 minutos antes del ocaso.
El faro como lo conocemos en la actualidad fue construido en el año 1864. Este faro no contó con electricidad hasta la década de los años 60, en pleno siglo XX. Este hecho junto con otras circunstancias adversas hizo que frente a sus costas se produjeran numerosos naufragios.
En la antigüedad, en este lugar hubo un templo consagrado a Baal Hammon, que era el principal dios fenicio adorado por Cartago. Posteriormente, este dios fenicio fue identificado por los romanos como Saturno. De Cabo de Palos, podemos decir también que fue un plácido refugio de los corsarios puesto que era un lugar resguardado del viento de levante y con muchas calas para fondear.