MURCIA. Cerca de veinte mil personas han visitado la exposición Magna Urbe. Una historia del Arte en Caravaca desde que abriera sus puertas, en la antigua Iglesia de la Compañía de Jesús el pasado 5 de diciembre, como apertura oficial de la programación cultural del Año Jubilar de la Vera Cruz 2024.
La muestra, promovida por la Fundación Camino de la Cruz, se clausura este domingo, 18 de febrero, con récords de visitantes, en su mayor parte procedentes de la Región de Murcia (el 63%) -muchos de ellos, vecinos de la propia Caravaca-, que han tenido la oportunidad de reencontrarse con el rico patrimonio religioso de la ciudad santa gracias a este proyecto, para el que se han recuperado y restaurado, exprofeso, algunas de las piezas y obras de arte expuestas. Después de la Región, los principales lugares de procedencia son Madrid (15%), Cataluña (12%), Andalucía (5%), Bélgica, Holanda, Francia e Inglaterra (4%) y Valencia (3%).
Entre las obras que más admiración han causado entre los visitantes, se encuentran Aparecimiento de la Vera Cruz entre San Félix y Santa Régula, Anunciación (siglo XVII), San Ignacio de Loyola, Cristo Yacente (Siglo XVII) y el Retablo de la parroquia de El Salvador, además de otras piezas contemporáneas como las creaciones del pintor Santiago Ydáñez y del fotógrafo Tomy Ceballos.
También ha despertado gran interés la propia sede de la exposición, que ha permitido a numerosos visitantes conocer de primera mano la presencia de la orden de los Jesuitas en Caravaca de la Cruz.
Como culminación de un laborioso trabajo de investigación sobre el patrimonio artístico de Caravaca de la Cruz, esta exposición ha reunido 40 obras de arte en un recorrido que arranca en el siglo XVI, y que discurre por el Renacimiento y el Barroco.
Uno de los principales logros ha sido el relato de la propia exposición, con una selección de obras que ha combinado algunas de las piezas clave más conocidas de la ciudad con otras inéditas, recuperadas o reconstruidas, de manera que se completan hitos ya estudiados con pinturas, esculturas y documentos históricos de Caravaca de la Cruz que vienen a enriquecer de manera definitiva el patrimonio histórico artístico y el conocimiento de la propia ciudad.
Tras la clausura, las obras expuestas regresarán a sus lugares de procedencia, las iglesias de Caravaca. En concreto, el cuadro de San Félix y Santa Régula volverá a la Iglesia de la Concepción; el de ‘Chirinos Preso’, al Santuario; la Virgen de las Angustias y la Anunciación, a la Parroquia de El Salvador, y resto de obras escultóricas, como el San Jerónimo, se colocará en estancias municipales.