MURCIA (MP/EFE). Las licitaciones vacías son ya un fenómeno habitual en la Región de Murcia. Y es que lo que se identificó por primera vez como un suceso aislado el 31 de octubre del 2021 ha provocado ya 19 convocatorias de obra pública desiertas en lo que va de año, que acumulan un valor total de 22 millones de euros, según los datos de la Federación Regional de Empresarios de la Construcción de Murcia (Frecom).
Esto significa que ninguna compañía ha querido participar en el concurso. Por tanto, son obras que no se van a ejecutar hasta que la administración responsable vuelva a preparar unas nuevas condiciones para la oferta.
El presidente de la asociación, José Hernández, ha aportado este miércoles esas cifras en declaraciones a los periodistas antes de participar en una jornada que aborda la necesidad de que las administraciones revisen al alza los precios de los contratos de obras públicas. De acuerdo con Hernández, este fenómeno se debe a que las empresas no pueden asumir los precios que ofrece la administración por el incremento desmesurado de los costes de los materiales.
Organizada de manera conjunta con la Federación de Municipios de la Región de Murcia, analiza las claves del real decreto nacional que permite la actualización de esos precios en los contratos públicos para que la interpretación de esa normativa sea “homogénea” en todos los ayuntamientos y se eviten paralizaciones de obras o licitaciones desiertas, ha explicado la presidenta de esa institución, María Dolores Muñoz.
Hernández ha insistido en la necesidad de que los ayuntamientos, como grandes licitadores de obra pública, revisen esos precios yendo incluso más allá de lo establecido en el decreto, que solo hace referencia al incremento del coste de cuatro materiales desde que empezó la pandemia del coronavirus: el acero un 385 por ciento, el petróleo un 325 por ciento, el cobre un 95 por ciento y el aluminio un 135 por ciento, ha detallado.
En general, los costes de las obras públicas han aumentado de media entre un 25 y un 30 por ciento, según el presidente de Frecom, por lo que ha pedido también "sensibilidad" hacia las obras públicas ya en marcha o recién terminadas, que no están amparadas por este decreto, con las consiguientes dificultades para los promotores.
Para Muñoz existe un margen para llegar a acuerdos y por eso se están celebrando jornadas como esta en las que abordar junto con los técnicos municipales cómo se pueden ajustar los precios para evitar perjuicios a las constructoras y a la ciudadanía por la ralentización de proyectos para prestar servicios esenciales.
Aunque no ha sido hasta este miércoles que ha trascendido la magnitud de este problema, en Frecom ya alertaban en el pasado marzo de esta tendencia que se estaba normalizando, pues si el aumento de los costes no se repercute adecuadamente la rentabilidad queda resentida, de manera que las promotoras dejan de inmiscuirse en estos proyectos que les pueden hacer perder dinero.
Asimismo, la Federación de Empresarios de la Construcción también señalaba entonces un importante número de desistimientos, contratos que son retirados antes de su adjudicación por el mismo organismo que los publica para sacar una nueva licitación con condiciones más favorables -y justas- para las constructoras que llevarán a cabo el trabajo.
"Por primera vez en la historia reciente de la Región hay un volumen significativo de concursos desiertos. Ni un solo contratista ha querido pujar por esas obras", lamentaba el secretario general de Frecom, Alejandro Zamora, y avisa en conversaciones con Murcia Plaza de las consecuencias que puede tener esta situación para el sector: "Se está paralizando la actividad de obra pública. Hay menos trabajo".