Las horas más críticas de Teodoro en Génova

MURCIA. Máxima presión sobre Teodoro García Egea. El ciezano vive sus días más difíciles desde que en 2018 se convirtiera en la mano derecha de Pablo Casado y en el todopoderoso piloto de las operaciones de Génova. La guerra de la dirección nacional contra Isabel Díaz Ayuso ha puesto al secretario general en el ojo del huracán. ¿Soportará la presión? ¿Caerá? ¿O sobrevivirá? La respuesta a estas preguntas la tiene Pablo Casado, quien a su vez también tiene que plantearse las mismas preguntas a sí mismo. Con todo, el futuro de García Egea queda en las manos del hombre al que precisamente aupó a la Presidencia del PP. Si Casado es hoy el líder, lo es gracias a labor del ciezano, que removió cielo y tierra para reunir los apoyos y derrocar a Dolores de Cospedal y, en última instancia, a Soraya Saenz de Santamaría. Si Casado cae, el destino de Teodoro quedaría sepultado. Pero si Casado resistiera, todavía habría que ver si el presidente decide sacrificar a su alfil, como así se lo reclaman voces internas o si por el contrario lo mantiene contra viento y marea. Egea es el mayor escudero de Casado, su lugarteniente; sin él se quedaría solo, sin protección ni red. Pero la política no entiende de lealtades perpetuas. 

Esta es la semana clave. Génova debe resolver el colapso en el que está sumido el PP. Por el momento, el presidente del PP gana tiempo: ante la presión y tras más de siete horas de reunión con sus fieles, Casado ha convocado la junta directiva nacional y todo apunta a que se organizará un congreso. El presidente de Galicia, uno de los barones más poderosos, así lo exigía este lunes en el Comité de Dirección. "Hay que tomar decisiones. No serán fáciles, pero es urgente y es imprescindible hacerlo. Tenemos la obligación", subrayaba Alberto Núñez Feijóo. Solo un día antes, según informa El País, el propio Feijóo le transmitió a Casado que la única salida de la crisis es la dimisión directa del líder nacional: "Tienes que renunciar ya, la renuncia de Egea es insuficiente". Otros medios nacionales también sostienen esta información, que al parecer contaría con el respaldo de todos los barones autonómicos (menos el presidente de la Región). El gallego no ha desvelado si se presentaría en un hipotético congreso extraordinario, pero sí ha encabezado la presión interna de los populares que aboga por que una tercera vía tome las riendas hasta la celebración de un nuevo congreso. 

Solamente un barón defiende a Casado y a Egea. Es el murciano Fernando López Miras. No puede ser menos tratándose de su paisano. Tampoco puede ser menos tratándose del 'fontanero' que sacó de las castañas del fuego a López Miras cuando su cabeza corría más peligro que nunca. Aquel momento crítico ocurrió hace prácticamente un año. Si la moción de censura firmada por 23 diputados para desterrarlo del Palacio de San Esteban no salió adelante fue en gran parte por las maniobras de Egea, que puso toda la carne en el asador para frenar la operación. No obstante, su buena relación viene de lejos. Ambos son fruto de la cantera de los populares en la Región y comparten generación: Miras nació en 1983 y Egea, en 1985. Ambos además se definen públicamente como amigos.

Las horas parecen contadas para el murciano que más próximo ha estado del poder de un partido nacional. La Región siempre ha sido un páramo en Madrid, con muy poca fuerza para influir en las grandes decisiones. Una losa que parecía acabar con la llegada de García Egea a la Secretaría General. En las elecciones de 2019 ya se notó el efecto de un ciezano en Génova. Los populares perdieron las elecciones regionales, que ganó el PSOE, pero el propio Teodoro se implicó en las negociaciones para que Ciudadanos, por un lado, y Vox, por otro, propiciaran que López Miras se mantuviera al frente de la Comunidad. 

Ahora las filas populares comprueban atónitas cómo esa posición privilegiada en Madrid puede caer. Además del propio Miras, los principales dirigentes del PP regional se pronunciaron en redes sociales a favor de Casado y Egea: lo hicieron José Miguel Luengo (número dos del PP), Marcos Ortuño (persona de confianza de López Miras en el Gobierno) y Miriam Guardiola (portavoz del PP). No así Patricia Fernández (alcaldesa de Archena), quien optó este lunes por unirse a las peticiones de Fejóo de adoptar "soluciones urgentes" para frenar la crisis. A diferencia de sus compañeros, la regidora archenera guarda silencio en torno a la figura de Teodoro.

La batalla del PP tiene ya consecuencias en la carrera electoral. Los sondeos publicados en las últimas horas recogen un desplome del PP en detrimento de Vox, que acaricia el sorpasso a los populares. Según el panel de Sigma Dos, publicado por El Mundo, un tercio de los votantes se va al partido de Santiago Abascal, suspenden a Casado y piden la cabeza de Egea. Por eso, ante este socavón, son cada vez más numerosas las voces internas que piden medidas importantes en Génova. También lo reclaman medios de comunicación nacionales como ABC y El Mundo, que exigen en sus editoriales la salida de Casado. Lo que en su día parecía una pugna interna por el control del PP madrileño se ha convertido en la peor de las pesadillas para los populares.