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Las elecciones andaluzas y las murcianas

7/05/2022 - 

CARTAGENA. Las primeras elecciones de la era Feijóo serán las andaluzas, fijadas para el 19 de junio. Primer detalle golfo: el Gobierno andaluz seguirá intacto hasta las elecciones, una decisión muy expresiva de la excelente relación que mantiene el sector del Partido Popular (PP) con el sector de Ciudadanos (Cs). Justo lo opuesto a lo que ocurre en nuestra Región, donde las relaciones entre ambos partidos están rotas desde la fracasada moción de censura. Es más, las declaraciones de la dirección regional de Cs arremeten, por sistema, contra el Gobierno regional y el PP, hasta el delirante punto de culpar a Feijóo de nuestra insuficiente financiación, sin esperar siquiera a que el gallego gobierne. El único sector proveniente de Cs que colabora y se entiende con el PP lo constituye, ahora mismo, el Foro Liberal, que está pergeñando un Manifiesto a modo de síntesis de sus ideales. Veremos si se animan a presentarlo en público.

A diferencia de Andalucía, donde el Gobierno sigue inmutable, nuestro presidente regional está meditando si le conviene remodelarlo antes de las elecciones. No está decidido, pero parece que no afectaría a ningún consejero del Foro Liberal. O bien no habrá remodelación, o bien afectará a algún consejero pepero o a la consejera de Educación, que ya perdió las competencias de Cultura.

"Algún alma cándida, o generosa, está especulando con la posibilidad de que Miras presidiese de nuevo la Región y Patricia pasase a presidir el partido"

Según las encuestas, el PP andaluz, presidido por Juan Manuel Moreno Bonilla, ganará las elecciones. Este nieto de jornaleros andaluces nació en Barcelona, donde habían emigrado sus progenitores en busca de trabajo. No obstante, muy pronto la familia volvió a Málaga, ciudad en la que se crio y por la que será diputado. He aquí el segundo detalle golfo de estas elecciones: un moderado malagueño pepero, Bonilla, contra un moderado sevillano socialista, Juan Espadas. Con permiso de Granada, alta tensión entre las dos principales capitales de Andalucía. Lo más parecido en nuestra región sería que compitiese un murciano contra un cartagenero, ambos moderados, por la Presidencia regional. No será el caso, sino que aquí la primera competencia se dará en el seno del propio PP, donde el presidente Miras, vinculado a Lorca, acaso compita con la alcaldesa de Archena, pues, al parecer, Patricia no ha renunciado a postularse. Y eso aunque, desde la sede madrileña de Génova, Cuca Gamarra, inspirada por Feijóo, está trasmitiendo machaconamente tres consignas: a) no queremos líos internos, ni denuncias; b) preferimos una lista única; c) nos gustan los ganadores. 

¿Cómo satisfacer esos tres deseos? No es fácil. Ambos candidatos han renunciado a trasparentar la pugna y se han envainado los posibles dossiers, pues saben que sucumbiría el primero que disparase.  En ajedrez llaman zugzwang a esa situación: el que mueva, perderá. Pero con eso no basta. Mientras que Miras se apoya en que ganó las elecciones a compromisarios y que las encuestas le dan vencedor, Patricia aduce que ha ganado varias veces por mayoría absoluta en su pueblo. Ambos se pueden etiquetar, pues, de ganadores, pero hay una asimetría: Miras ya ocupa el puesto de presidente, mientras que Patricia ocupa el de mera aspirante. ¿Cabría una lista única que los satisficiese? Algún alma cándida, o generosa, está especulando con la posibilidad de que Miras presidiese de nuevo la Región y Patricia pasase a presidir el partido, pero esa bicefalia solo la practica por ahora el Partido Nacionalista Vasco (PNV). Sería una novedad insólita en el PP. Más vale descartarle. Solo se sabe que, aunque falte por decidir cuándo se convocará el congreso regional en el que se dirimiría el contencioso, empieza a predominar el criterio de esperar a conocer el resultado de las elecciones andaluzas.

"lo único casi seguro es que gobernará el PP EN ANDALUCÍA, aunque es difícil prever en qué condiciones"

Siendo lo más probable que las gane el PP, queda un tercer detalle golfo a resolver. El presidente Bonilla aspira a gobernar en solitario o, todo lo más con apoyo de Cs, pero Vox asegura que no lo apoyará si no entra en el Gobierno. Por su parte, el PSOE mantiene sus resultados anteriores, e incluso podría mejorarlos, que no en vano posee la mayor implantación territorial y gobernó más de siete lustros en Andalucía. El problema es que el cóctel formado por Podemos, Izquierda Unida (IU), Más País y Equo no acaba de despegar, con lo que no sumará lo suficiente con el PSOE para gobernar. Además, está produciéndose un fenómeno inesperado. Se preveía que algunos votantes de izquierdas pasasen a votar a Vox por rechazo a las constricciones en la agricultura y la caza impuestas por los izquierdistas, pero está detectándose que también puede que haya una trasferencia de voto de bastantes personas de izquierda moderada al PP. Explicación: esas personas están empezando a pensar que el PP constituye la mejor garantía de que no gobierne Vox. Curioso: hay socialistas que prefieren una amplia mayoría pepera para bloquear a Vox, lo que deja en el aire la estrategia izquierdista de avivar el miedo a ese partido como arma electoral. Por su parte, Vox ha apostado por su mejor diputada, la abogada Olona, lo que tenderá a incrementar su representación, pero puede movilizar a abstencionistas de izquierda. En resumen, lo único casi seguro es que gobernará el PP, aunque es difícil prever en qué condiciones.

De nuevo, la situación en nuestra región es diferente. Aquí es impensable un gobierno de coalición entre el PP y Cs, ya sea porque Cs no obtenga suficiente representación, ya sea porque preferiría pactar con el PSOE. De hecho, es lo que acaban de hacer en Orihuela. Entonces nos encaminamos a dos posibles tripartitos: PSOE-Cs-Podemos o PP-Foro-Vox. Lo más probable es el segundo de los mencionados porque las actuaciones del Gobierno español no ayudan a su tripartito regional: están a punto de cortar el trasvase del Tajo al Segura, mientras preparan el del Tajo al Guadiana, y aunque los líderes socialistas locales se oponen a esa decisión, lo que quedará en la memoria colectiva es que un tándem socialista, Zapatero-Narbona, acabó con el trasvase del Ebro, y otro tándem socialista, Sánchez-Ribera, acabará con el del Tajo. Para colmo, sus aliados de Podemos, lejos de oponerse, lo celebran, e incluso proclaman que eso ayudará a mejorar el penoso estado del Mar Menor. Lo dicho: tripartito PP-Foro-Vox, que muchos reducen a un bipartito PP-Vox. Es lo que hay.

Una última diferencia con Andalucía es aquí coincidirán las elecciones regionales con las municipales. Aunque Ortega-Smith, un líder nacional de Vox, volvió a reclamar adelantar aquí las elecciones, la normativa electoral prohíbe hacerlo en estas fechas. Habrá coincidencia de las dos elecciones y ya están preparándose los partidos para ello. En la ciudad de Murcia la ventaja del dueto Ballesta-Rebeca se ha visto acentuada con el follón de las sillas en los festejos, que ha sembrado una duda sobre la capacidad gestora del Gobierno municipal; en Lorca sigue el pulso entre Mateos, del PSOE, y Jódar, del PP.  Aunque Menduiña, de Vox, se lo ha ganado a Meca, de Cs, se aprecia una ligera ventaja socialista. La situación es todavía más emocionante en Cartagena: Vox, fiel a su método, sigue sin designar candidato, pero Castejón ya ha anunciado que concurrirá. Al frente de una asociación electoral, se disputará el espacio socialista con Torres, quien ha incorporado a su equipo a Ángel Rafael Martínez, un profesor de la UPCT experto en economía. Asistiremos, pues, a un inédito pulso entre una excelente candidata sin marca, Castejón, y una excelente marca con un candidato débil, el PSOE. Por su parte, el concejal Padín, de Cs, ha declarado que seguirá fiel a su partido, renunciando a integrarse en el Foro, en el PP o en las huestes de Castejón. Está en alza por su buena gestión, que ahora también valoran positivamente en el seno de su partido, reducido a la mínima expresión en esta etapa. No obstante, lo más fructífero sería que Cs le autorizase a unir sus siglas a las de Castejón o, mejor aún, a las del PP. Concurrir en solitario, como harán sus compañeros en Andalucía, se antoja suicida. Habrá que esperar a que el secretario de organización, Borja, se ponga de acuerdo con la dirección regional para autorizar o denegar ese permiso. Mientras tanto López sigue compitiendo con Giménez Gallo en la galaxia del Movimiento Ciudadano. Lo dicho: emocionante.

JR Medina Precioso

jrmedinaprecioso@gmail.com

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