CARTAGENA. El Ayuntamiento de Cartagena ha avanzado en la cuarta fase de su Mapa Estratégico de Ruido (MER). Este documento, elaborado por ACRE Ambiental, S.L detalla los esfuerzos y resultados en la evaluación y gestión del ruido ambiental en la aglomeración urbana de Cartagena.
La iniciativa del MER comenzó en 2012, alineada con la Directiva 2002/49/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, y la Ley del Ruido 37/2003. Esta legislación exige a los municipios con más de 100.000 habitantes que evalúen el impacto del ruido en su entorno. Cartagena, con una población de 219.214 habitantes, cumple con este requisito, buscando identificar y mitigar los efectos adversos del ruido sobre sus ciudadanos.
El MER abarca diversas fuentes de ruido, incluyendo el tráfico viario, ferroviario, aeropuertos y actividades industriales. A través de métodos de medición y cálculo estandarizados, se ha logrado un análisis detallado de la exposición al ruido. Este enfoque garantiza la uniformidad y comparabilidad de los datos con otros municipios europeos, facilitando la creación de planes de acción efectivos.
La cuarta fase del MER revela datos cruciales sobre la población expuesta a niveles de ruido superiores a los establecidos como aceptables. Estos resultados impulsan la formulación de planes de acción específicos para mejorar la situación acústica en las zonas más afectadas. El objetivo final es la implementación de medidas que reduzcan significativamente los niveles de ruido, promoviendo así un entorno más saludable y habitable.
Las conclusiones subrayan que el tráfico rodado es el factor más crítico en términos de ruido ambiental en Cartagena, mientras que el ruido proveniente del ferrocarril y la industria tiene un impacto mucho menor.
Tráfico Rodado como Principal Fuente de Ruido:
Afección Acústica por Grandes Ejes Viarios:
Ruido Ferroviario y su Impacto:
Ruido Procedente de la Industria:
Las conclusiones del MER subrayan la importancia de la transversalidad y la coordinación entre diferentes áreas municipales. Se destaca la necesidad de continuar desarrollando estrategias integrales que no solo aborden la reducción del ruido, sino que también fomenten una mejor gestión ambiental en general.