Las "buenas intenciones" de López Miras no convencen a Vox

MURCIA. La investidura sigue siendo, a día de hoy, misión imposible en la Región de Murcia. El discurso de Fernando López Miras en la primera sesión del debate no dejó mal sabor de boca en Vox, el partido al que dedicó los principales mensajes políticos, algunos de ellos con acidez (le pidió que no se aferre al "fetichismo de los sillones"). Pero es insuficiente para la formación de Santiago Abascal, que no le vale más idea que formar parte del Gobierno regional. Cualquier otra opción es pura retórica. De hecho, fuentes del PP aseguran a Murcia Plaza que contactaron con Vox en la tarde de este jueves para sentarse a negociar sin éxito: "Nos han dicho que nada, que o Gobierno o no se sientan", recibieron por respuesta. Una afirmación negada rotundamente desde Vox. Por lo que, si nada cambia, Vox -al igual que el PSOE y Podemos- votará en contra de López Miras en la primera votación de la investidura, que tendrá lugar este viernes en la Asamblea Regional.

El hombre de confianza de José Ángel Antelo en la Cámara, el portavoz adjunto, Rubén Martínez Alpañez, involucrado además en la negociación con el PP, reconocía ante los medios de comunicación la buena intención de las palabras de López Miras en la tribuna, pero con eso no basta. "El discurso del candidato del PP está lleno de buenas intenciones, pero sin concretar nada y sin ofrecer las soluciones que necesita la Región", declaró. Y es "insuficiente, como su mayoría, para ser investido".

Durante su intervención ante la Cámara, antes de exponer su programa y sus primeras medidas, López Miras adujo que su investidura es un acto de "responsabilidad" con los ciudadanos. Reconoció que aspira a "poder alcanzar numerosos acuerdos con Vox" en el marco de la actividad legislativa, pero se negó a conceder un sitio en el Consejo de Gobierno, pues esos pactos "no serán sólo repartos de sillones con buenas intenciones, sino reformas con impacto directo en el funcionamiento de la sociedad". En ningún momento cedió y ofreció a Vox una coalición, la barrera que separa a ambas formaciones y que a día de hoy bloquea la investidura.

Con todo, Vox sigue con la mano tendida, que nunca ha retirado en todo este tiempo de bloqueo, sin apenas acercamientos (los primeros encuentros oficiales comenzaron esta semana, más de un mes después de las elecciones). Vox es "más necesario que nunca", reivindicó Martínez Alpañez. "Seguimos con la mano tendida y dispuestos a conformar una mayoría necesaria que conforme la mayoría que ellos necesitan". Añadió que su partido "apuesta por dar soluciones a los problemas de los murcianos, al contrario de la intervención de López Miras que ha insinuado incluso que va a solucionar los problemas que ha generado".

Preguntado ante la prensa, Alpañez admitió que "no hay líneas rojas" en la negociación con el PP, por lo que la Ley del Mar Menor "puede derogarse, modificarse o llamarlo como se quiera, mientras suponga una solución y no una moneda de cambio entre partidos políticos". "No vamos a entrar en ese juego”, advirtió. En su opinión, "asta ahora sólo se ha utilizado el Mar Menor como moneda de cambio de las discusiones parlamentarias y ahora no vamos a entrar en ese juego. Ni ha habido ni habrá líneas rojas en la negociación con el PP. Seguimos con la mano tendida", zanjó.

La primera votación se producirá este viernes. El candidato necesita 23 votos (mayoría absoluta) para ser investido, algo que de momento no lo tiene, ya que PSOE y Podemos se niegan, mientras que Vox, a día de hoy, no está dispuesto siquiera a abstenerse. En una segunda votación, López Miras, que se celebraría el lunes, requiere de una mayoría simple, por lo que el PP tiene que reunir más 'síes' que 'noes'. Es decir, necesitaría cuatro abstenciones de Vox. 

De momento, todo apunta a que la investidura acabará en fiasco. Y mientras tanto el Gobierno sigue en funciones