La madre de un alumno de El Palmar denuncia que tiene que desplazarse 10 kilómetros al no obtener plaza en el colegio de la pedanía y Educación asegura que le ha otorgado su segunda opción y que ningún niño se ha quedado sin escolarizar
MURCIA. El Colegio Público Escuelas Nuevas de El Palmar, el único de la zona que ofrece un servicio de Aula Abierta -una medida educativa de carácter extraordinario para la escolarización del alumnado que requiere apoyos intensos y generalizados en centros ordinarios-, no ha tenido plazas disponibles desde que se creó, según han puesto en conocimiento algunos padres y madres afectados por la situación. En consecuencia, los niños con necesidades especiales de El Palmar, La Alberca, Santo Ángel y Sangonera la Verde son reubicados, señalan los afectados, en otros centros que se encuentran más alejados de su vivienda.
En concreto, Irene Fernández, madre de un niño autista, afirma que tiene que llevar a su hijo a un colegio de Los Garres, situado a 10 kilómetros de su casa, lo que supone desplazamientos de 20 kilómetros para ir y venir cada día del colegio.
Además de este caso, se han producido otras tres solicitudes para entrar al aula abierta del CEIP Escuelas Nuevas, que han tenido que ser rechazadas. Desde el colegio reconocen, dice la propia Irene Fernández, que sería necesario crear más plazas o incluso una nueva clase, pero que no depende del centro: "Pero nos dicen que debemos ser los padres los que luchemos para que se creen", añade la madre.
El Servicio de Atención a la Diversidad "no ve necesario abrir más Aulas Abiertas" en esta localidad, sino que "se dedica a reubicar a los niños a otras Aulas Abiertas de otras localidades sin importarle, al parecer, las necesidades de estos niños", esgrime la denunciante.
"Creo que mi hijo", prosigue Fernández, "tiene el mismo derecho" a poder ir a un colegio de su localidad "como cualquier otro niño de mi pedanía que esté escolarizado en un aula ordinaria y aunque creo que los padres debemos de luchar, las instituciones públicas deberían de proporcionarles la mejor educación posible y con los mismos derechos".
Por último, señala la madre del escolar que en la modalidad de escolarización de Aula Abierta "no tenemos el mismo derecho a poder tener una fecha establecida para que nos comuniquen el centro escolar ni un plazo de reclamación", por lo que admite que se vio en la urgencia matricularlo sin posibilidad de reclamación "para no dejarlo sin escolarizar, aunque no estuviera de acuerdo con el centro que me habían adjudicado ya que no tenemos ningún plazo para reclamar".
Desde la Consejería de Educación aseguran que los recursos destinados a la escolarización de personas con necesidades especiales son más que suficientes para abarcar la demanda existente en la Región, con 116 aulas abiertas habilitadas y en funcionamiento, a las que se sumarán otras 11 clases en el curso 2020/2021. En total, más de 900 niños de infantil, primaria y secundaria tendrán acceso a esta modalidad especial.
Para realizar un seguimiento de los niños con necesidades especiales, existe una comisión específica de escolarización de Aulas Abiertas en la que se analizan los aspectos necesarios para la adjudicación de las plazas en cada uno de los casos. En concreto, esta comisión analiza la documentación específica, la disponibilidad de los recursos en la zona, el cálculo del baremo, la compatibilidad con los posibles grupos de aula abierta de destino y el análisis de plazas disponibles en función de las vacantes generadas. Con el fin de optimizar los resultados, las adjudicaciones se realizan con comunicaciones constantes con los posibles centros de destino.
Asimismo, la Consejería afirma que todas las solicitudes presentadas en Murcia han obtenido plaza en aula abierta de Infantil y Primaria en alguna de las opciones solicitadas por los padres, incluido el caso de Irene. Al no tener plazas vacantes el CEIP Escuelas Nuevas, su primera opción, la comisión específica de escolarización le ha adjudicado su segunda opción, el CEIP Antonio Díaz de los Garres.
No obstante, desde estas pedanías reclaman el derecho a poder escolarizar a sus hijos en su localidad y exigen a la Consejería de Educación y al Servicio de Atención a la Diversidad que ponga una solución para este problema.
