MURCIA. Ni el verano ni el buen tiempo han resultado ser suficiente para promover la salvación del sector más afectado por la crisis global que ha provocado la covid-19. El turismo, y más en concreto las agencias de viajes, continúan sufriendo las consecuencias de un verano atípico, con el miedo instaurado entre la población y la liquidez de las familias amenazada por los ERTE, así como la paralización de la actividad económica.
Con una bajada en los ingresos de un 90 por ciento respecto a 2019, las agencias de viaje están sobreviviendo a la pandemia a través de los ahorros de los propietarios debido a la bajada en la facturación. "Ya veremos lo que hacemos cuando esto no sea una opción", señala a Murcia Plaza David Blasco, el presidente de la Asociación Regional de Agencias de Viajes (ARAV) y gerente de Zafiro Tour.
A pesar de que cuatro de cada cinco agencias se encuentran ya en funcionamiento, se mantienen casi todos los ERTE del sector. Esto se debe a que, al haber un nivel de actividad tan reducido, las empresas están funcionando únicamente con el trabajo de los dueños.
En el caso de Viajes Diana, la empresa confiesa a Murcia Plaza se encuentra aliviada porque "está todo pagado" y no deben nada, pero temen que aquellos negocios que necesitan pagar el alquiler o devolver las reservas no puedan hacer frente a los gastos.
El presidente de la Asociación regional de agencias de viajes vaticinó que el sector no levantará cabeza hasta que no exista una vacuna
"Es que la facturación no da para más, apenas podemos cubrir los gastos", reconocen desde Zafiro Tour. "Deberíamos estar funcionando a toda máquina, pero no estamos pudiendo. En condiciones normales, facturamos el 50% de los ingresos anuales en junio, julio y agosto, pero ahora nos encontramos en posición de salida, solo que sin llegar a salir".
El presidente de la ARAV vaticinó que el sector no levantará cabeza hasta que no exista una vacuna. Según sus cálculos, en la primavera del 2021 comenzará a normalizarse la facturación de estas empresas, para lo que aún queda "una larga travesía". Además, aseguró que el 2020 será un año perdido para las agencias de viajes.
Asimismo, Blasco indicó que los rebrotes preocupan a todo el mundo por igual, pero que, si se mantienen todas las medidas de seguridad el contagio durante un viaje, por ejemplo, en autobús, resulta improbable. "El problema llega cuando la gente se salta las medidas", afirma. Además, ante la posibilidad de un segundo confinamiento, el presidente de la ARAV respira fuerte y sentencia: "Supondría el cierre del sector".
Por su parte, los viajeros han priorizado las salidas cortas en un verano caracterizado por la incertidumbre. Las escapadas familiares de fin de semana son el plan más demandado por los murcianos, que buscan desconectar y alejarse de la rutina durante unos pocos días. También se han vuelto habituales los viajes de tres días entre semana, para encontrar menos gente.
Sin embargo, las vacaciones más largas a destinos más alejados son aquellas que se han visto más perjudicadas, así como los viajes grupales, que han desaparecido casi por completo. No obstante, las islas, tanto Canarias como Baleares, no han terminado de perder su encanto y aún reciben una cantidad decente de turistas.
Esto se debe a la imposibilidad de realizar viajes internacionales. La prohibición, las medidas de cuarentena, así como el miedo entre la población, han sido los encargados de tumbar una de las principales fuentes de ingresos para estas empresas.
A pesar de todo, los precios apenas han sufrido una alteración respecto al año anterior y, a pesar de algún ligero descenso, se mantienen estables.
En lo que respecta al tipo de viaje, el destino predilecto de la población han sido las casas rurales. La piscina privada y la independencia que otorga una finca aislada han sido la clave para impulsar este tipo de turismo en una situación en la que resulta conveniente evitar las aglomeraciones de personas.
En cuanto a los lugares favoritos para viajar, los murcianos han priorizado los destinos nacionales, en especial la zona del norte de España, como Asturias, debido a su tranquilidad. Las agencias de viajes confían en poder continuar realizando viajes por el conjunto del país y temen que una reducción en la movilidad pueda suponer un perjuicio para sus actividades.
Asimismo, los destinos de la Región de Murcia que más se han popularizado en este verano son los de la zona del altiplano, como Moratalla y Caravaca. El motivo detrás de esta elevada demanda es similar al que ha presentado el norte de España como un destino ideal, se trata de zonas tranquilas que se encuentran plagadas de casas rurales.
Además, la Costa Cálida se mantiene como uno los destinos más deseables. A pesar de ello, los turistas regionales disfrutan de la playa en el caso de disponer de una segunda residencia en el lugar o en viajes planificados para ir y volver el mismo día, por lo que las agencias no reciben beneficios de este tipo de viajes.
En las condiciones actuales, las ayudas gubernamentales están impidiendo que las agencias de viajes quiebren de forma inevitable. Las ayudas a los autónomos, así como los ERTE, están permitiendo a estas empresas levantar un poco la cabeza en unas situaciones tan adversas.
No obstante, desde estos negocios reclaman a las instituciones públicas más iniciativas para fomentar el consumo en el sector, como los bonos, pues aseguran que esta medida fomentaría una economía circular que daría grandes resultados a largo plazo. Los bonos turísticos emitidos por una institución significarían que esta se compromete a ayudar con el pago de la factura. También es habitual que este tipo de promociones vayan acompañadas de algún requerimiento para acceder a ella.
Por ejemplo, una de las posibilidades que proponen las agencias de viajes es que el gobierno regional emita bonos para aquellos que compren sus viajes a través de una empresa murciana hacia cualquier destino que se encuentre dentro de los límites de la Comunidad. De esta forma, la dirección autonómica se comprometería a contribuir con una cantidad de dinero, pongamos 50 euros, a la factura del viaje contratado dentro de sus fronteras, de manera que podría recuperarlo a través de los impuestos o el empleo.
De cualquier forma, las agencias de viajes son conscientes de la gran inversión que supondría una medida de estas características y recuerdan que es necesario negociar con las instituciones cualquier disposición.