MADRID (EFE). La Plataforma Nacional para la Defensa del Sector del Transporte ha decidido suspender el paro indefinido en la que iba a ser la segunda jornada de protestas, argumentando que se enfrenta a una "campaña sin descanso de acoso y derribo".
En un comunicado, la citada agrupación, compuesta en su mayoría por autónomos y pymes, asegura que esa "campaña" procede de cargadores (sus clientes), patronales del sector, sindicatos, cierto ámbito político e, incluso, algunos medios de comunicación.
En cualquier caso, la Plataforma defiende que seguirá "contra viento y marea defendiendo y luchando" sus reclamos para tratar de mejorar las condiciones de trabajo del sector.
La Plataforma, que ayer comenzó el paro con una manifestación en Madrid que congregó a cerca de 1.500 transportistas, según los cálculos policiales, y a decenas de miles, de acuerdo con las cifras aportadas por los convocantes, denuncian haber sufrido "una persecución, acoso y coacciones inconcebibles por parte de distintas autoridades", que no están respetando el derecho a paro.
Estas presiones demuestran, según la organización, "el nivel de manipulación, la falta de libertad y la maquinaria destructora hacia todo aquello que no comulgue con este sistema podrido y corrupto".
Al contrario que en el paro del pasado mes de marzo, que se prolongó durante 20 días y puso contra las cuerdas a la cadena de distribución logística española, la protesta convocada la semana pasada por la Plataforma ha tenido un seguimiento mínimo.
Este lunes, durante la primera jornada de protesta, las incidencias fueron "mínimas" en los principales centros logísticos, de distribución y vías de comunicación, que registraron los movimientos habituales para un lunes.
En esta ocasión, la protesta no ha contado con el apoyo de ninguna de las principales asociaciones del sector, ni siquiera de algunas como Fenadismer, Fetransa o Feintra, que durante la convocatoria de marzo se sumaron a las reivindicaciones de la Plataforma.
Tampoco ha sido apoyado por ninguno de los principales sectores económicos, ante el temor de verse afectados a las puertas del periodo de ventas más intenso del año, incluidos el 'Black Friday' y las Navidades.