MURCIA. El joven ceheginero Paco Fernández Ruiz pinta el mundo, su mundo, su forma de entenderlo; lo que en un momento dado capta su atención y él idealiza con un estilo figurativo que no cae en el hiperrealismo. "En mis pinturas hay pinceladas, veladuras, trazos gruesos... si quisiera fotografías, haría fotografías", razona camino de Murcia, donde este martes ha inaugurado la muestra Miradas y cercanías en la galería Babel. Allí, en el espacio que regenta Javier Cerezo, expone obras de dos series aparentemente muy diferentes, que tienen en común la memoria de lugares y personas relacionados con Cehegín que el artista ha trasladado a la pintura.
Por un lado, explica Paco Fernández, la exposición está compuesta por obra de la serie La Visita, que presentó en septiembre de 2019 y que está compuesta por pinturas de la Casa de las Boticarias de Cehegín, en las que el artista muestra el deterioro del edificio, que transita entre el barroco y el neoclásico y que cuenta con un interesante claustro con un aljibe central. No hay denuncia en estas composiciones arquitectónicas, dice el pintor, sólo intención de mostrarlas, de sacarlas fuera; al tiempo que su sensibilidad de artista se hace eco de eso que los románticos llamaban la belleza de la ruina.
La segunda serie que compone la muestra en Babel está formada por los retratos que conformaron su proyecto Encuentros, realizados en plena pandemia, por lo que el artista se circunscribió a personas que conocía o con las que se cruzaba por Cehegín, donde reside. "Todas ellas tienen algo que llamaron mi atención de alguna forma", señala Paco Fernández, quien sobre el lienzo idealizó a estos personajes recreándolos según su propia memoria, para que transmitiesen aquello que él había visto en ellos. De ahí, que estos retratos se convierten en 'miradas' del pintor.
Y hablando de miradas... son las de los retratados las que establecen un puente 'psicológico' con el espectador, que se preguntará sobre la historia que se esconde detrás de estas personas. El pintor da algunas pistas, con el fondo, las poses,... pero el misterio sigue ahí. Esta serie se pudo ver anteriormente en el Centro Párraga de Murcia, en el Museo Arqueológico de Cehegín y en la Facultad de Bellas Artes de la UMU.
Sobre Miradas y cercanías, dice el director de Babel, Javier Cerezo, que Paco Fernández Ruiz "habita su pintura con un desfile de personajes y lugares a través de los cuales es posible dialogar consigo mismo, a la vez que los convierte en un espejo para sus espectadores". Encuentra en el artista "un esquivo contador de cuentos e historias, no solo redescubiertas y reproducidas, incluso reinventadas, con un lenguaje tan personal como reivindicativo". "Es un creador vertical, un arqueólogo de profundas excavaciones, y las exploraciones que lleva a cabo en su propio interior no se añaden al mundo, sino que introducen a este dentro de sus pinturas, cargando en ellas todo el peso con el que él percibe a la humanidad", añade.
Paco Fernández (Cehegín, 1993) inició sus estudios en Bellas Artes en la Universidad de Murcia en 2012. En 2017 finalizó un Máster en Producción y Gestión Artística e inició el Doctorado en Bellas Artes. También ha participado en exposiciones colectivas, entre las que destacan DeCara en el Museo de Archena; Cuerpos Dóciles, Conductas Cautivas en el Centro Cultural Puertas de Castilla de Murcia; e In Tabula Pictos en el Centro Párraga. Asimismo, recibió la beca universitaria Curso de Pintores Palacio de Quintanar y expuso en La Alhóndiga (Segovia).
El ceheginero también participó en la exposición colectiva Retóricas de la carne, en el Museo de Bellas Artes de Murcia, y obtuvo el primer premio en el II Certamen Nacional de Pintura Ciudad de Hellín (2018). Su primera exposición individual, titulada La Visita, tuvo lugar en septiembre de 2019 en el Museo Arqueológico de Cehegín. Cuenta, además, con una instalación permanente en el Conjunto Histórico de su ciudad.