Tal como apunta el Instituto Nacional de Estadística (INE), la desaceleración parece provenir en gran medida de los precios de la electricidad
MADRID. El crecimiento de los precios al consumo en España se moderó hasta el 6,8% interanual en noviembre según la estimación preliminar. El crecimiento en octubre había sido del 7,3% y el máximo de julio se situó en el 10,8%, de forma que se habría contenido 4 puntos porcentuales desde entonces. Todavía es una tasa excesivamente alta, pero la desaceleración está siendo bastante rápida y se trata del menor incremento desde enero.
Tal como apunta el INE, la desaceleración parece provenir en gran medida de los precios de la electricidad. En lo que llevamos de noviembre, el precio medio en el mercado eléctrico ha sido de 121 euros por MWh incluyendo la compensación por el gas, lo que supone una caída del -37,5% interanual. De esta forma, se intensifica la caída de octubre (-18,5%) y, con permiso de los precios del gas, parece consolidarse el cambio de tendencia después de que en febrero se alcanzase un incremento del precio de la electricidad de más del 600% interanual.
En la contención del precio de la electricidad han influido tanto bajada desde máximos del precio del gas (118 euros el MWh de media en noviembre desde 240 en agosto) como el menor recurso a la generación de electricidad mediante ciclo combinado gracias a una mayor aportación de otras fuentes de energía, sobre todo de la eólica.
Variación interanual del precio de la electricidad:
El INE también adelanta que se reduce la presión inflacionista de los carburantes, lo que en buena parte será debido a la reciente contención del precio del petróleo. Si lo consideramos en euros, el barril de brent todavía es un 27% más caro que hace un año, pero la variación interanual se habría moderado desde el 32% de octubre y el máximo del 88,2% en mayo.
La última partida de la que habla el INE son los precios de vestido y calzado, que también habrían tenido una influencia ligeramente bajista en el IPC. Sin embargo, la tasa subyacente no se habría moderado, si no que se aceleró una décima hasta el 6,3%, quedando sólo a una décima del máximo del 6,4% en agosto, de forma que todavía habría cierta tensión en el resto de los grupos de consumo. Esto puede incluir los alimentos elaborados (la tasa subyacente que ofrece el INE excluye sólo los alimentos no elaborados, además de los productos energéticos).
La resistencia al alza de los precios de los alimentos, en la que pueden estar influyendo otros factores como los elevados precios de las materias primas agrícolas, los fertilizantes o los piensos para la ganadería, además de algunas malas cosechas, supondría el mayor riesgo en la actualidad, sobre todo porque los alimentos tienen un peso muy elevado en el gasto de los hogares de menores ingresos (rondaría el 20% de su consumo frente al 13% en los hogares de mayores rentas).
En cualquier caso, la contención de los precios de la electricidad y los carburantes supone una buena noticia, y cabe esperar que esta moderación se extienda en las cadenas de producción y de consumo al igual que lo hizo en sentido contrario durante las peores etapas del proceso inflacionista.
Santiago Martínez es jefe de Análisis Económico y Financiero de Ibercaja