MADRID. Desde UBS AM creemos que se ha exagerado mucho la decadencia de la economía china. El país se encuentra en una fase de crecimiento y un entorno económico diferentes, pero sigue una trayectoria de expansión a largo plazo que tiene mucho potencial.
La opinión del mercado sobre China es abrumadoramente -diríamos que injustificadamente- negativa, y ha retrocedido al nivel del pasado octubre, cuando las restricciones derivadas de la Covid-19 eran más estrictas. La renta variable china es una clase de activos compleja y volátil; sin embargo, dadas las ya bajas valoraciones del mercado, habrá más posibilidades de un repunte significativo que de sorpresas a la baja.
La política gubernamental parece haber alcanzado un punto de inflexión en las últimas semanas, empezando por el levantamiento de algunos controles sobre la compra de viviendas en las ciudades chinas. Sin embargo, dado que el Gobierno ha actuado con lentitud, es probable que se necesiten más tiempo y medidas de apoyo de mayor envergadura para que tengan efecto en una economía que se tambalea.
Creemos que las probabilidades de que se produzca una crisis financiera sistémica siguen siendo bajas. El apoyo político específico prestado hasta la fecha, junto con los signos incipientes de que la actividad manufacturera mundial puede estar evolucionando positivamente, puede proporcionar un colchón suficiente para evitar consecuencias cada vez más negativas para la economía china.
Albergamos la esperanza de que ahora sí se fijará una dirección clara para respaldar un crecimiento sostenible, y de que se mantendrá el apoyo a las políticas. Dicho esto, desde nuestro punto de vista es poco probable que se adopte un paquete de estímulo masivo.
La fuerte competitividad de las empresas chinas nos permite seguir siendo optimistas para continuar invertidos a largo plazo. No sólo se están adaptando a los diversos retos externos en este entorno volátil, sino que siguen invirtiendo en tecnología, en investigación y desarrollo (I+D), controlando los costes y haciendo crecer su negocio. Además, China se está globalizando. Las compañías chinas se adaptan con rapidez y compiten con éxito con marcas globales bien establecidas en los mercados internacionales, como las de los sectores de los vehículos eléctricos y los juegos online.
En nuestra opinión, los mercados de renta variable chinos siguen ofreciendo oportunidades significativas para la inversión activa, especialmente con valoraciones baratas y más apoyo gubernamental en el futuro. Vemos oportunidades concretas en el sector sanitario, el consumo y los servicios financieros.
Diogo Gomes es senior CRM de UBS AM Iberia
Una serie de lecturas macroeconómicas publicadas sobre China el pasado miércoles, que fueron inferiores a las esperadas, resultaron ser un golpe de realidad para el gigante asiático, tal y como explica el analista