Foto: MELIÁ HOTELSMADRID. Hoy analizamos a la compañía más pequeña del Ibex 35 con 1.271 millones a media sesión de ayer martes, que es conocida en toda España por sus hoteles. Meliá logra mantenerse en el selecto grupo del 20% de cotizadas del índice con mayor revalorización en lo que va de año. Su cotización se impulsa un 26% en 2023, pero si observamos la gráfica y la coyuntura de mercado las señales de agotamiento del patrón alcista son evidentes.
Tras un verano con altibajos, la hotelera cae un 8,3% desde mediados de septiembre debido a que el mercado ha puesto en precio los costes asociados a la escalada en el valor del barril de crudo. En periodos de alza tan acuciantes del litro de gasolina como el actual, el freno en el consumo y en el ocio en turismo de la población acaba llegando más pronto que tarde. En el caso del sector turístico español, la alegría de los tres primeros trimestres podría verse cortada sin miramientos con malos datos en desplazamientos familiares en el cuarto trimestre.
Sin embargo, la empresa mallorquina prefiere analizar su situación desde otro enfoque. La primera hotelera española por número de habitaciones se ha visto beneficiada recientemente por las cifras de una temporada estival mejor de lo que se esperaba, comparables a las de antes de la pandemia. Además, durante todo el ejercicio han aumentado los consorcios y ferias de distintos sectores a niveles que tampoco se veían desde 2019, incrementando así los viajes por motivos laborales.
Meliá Pro, la rama de la hotelera segmentada a agencias de viajes, turoperadores y organizadores de eventos, creció un 67% en 2022 manteniendo su tendencia en este ejercicio. Meliá busca sacudir el árbol ofreciendo descuentos en sus paquetes turísticos para que, en caso de que este ritmo se mantenga hasta final de año, sea la principal beneficiaria del mercado.
La media móvil simple de 200 sesiones se perforó a la baja el pasado viernes, y las caídas amenazan con continuar tras el nefasto lunes de esta semana en la que Meliá se dejó un 2,7%. El primer soporte en el que podría asentarse se encuentra ya muy cercano, a tan sólo un 1% de distancia en los 5,735 euros. En caso de que el barril de crudo sobrepasase holgadamente los 100 dólares, la presión bajista podría llevar el valor por título hasta el segundo soporte situado en los 5,325 euros.
Por arriba, y en caso de que el 'oro negro' de un respiro que calme al mercado varias semanas consecutivas, se vislumbran en los 6,58 euros el desdibujado máximo del mes de julio, ahora convertido en resistencia y a casi un 14% de los niveles actuales.
La hotelera podrá atacar dicha cota siempre que las noticias que lleguen de su cúpula directiva aporten firmeza y confianza a los inversores. Hasta ahora, el cambio de su mando financiero este mismo mes ha sido descontado sin consecuencias en el precio de la acción.
Adrián Hostaled es analista de XTB
