MURCIA. Ya estaba siendo sangrantemente injusto que un veterano con un alto nivel de conocimiento no trabaje más en el mundo digital porque se le creaban barreras artificiales. Esos jóvenes digitales sin talento, cuya su única oportunidad de seguir en su empresa era complicarles la vida a sus mayores, han dejado de ser necesarios. Así está desapareciendo el trabajo de poco valor como hacer plantillas o esqueletos rutinarios que ahora son cuestión de dos clics. Y no, igual que el tractor no acabó con el campo ni las gramolas con los cantautores, todos los asistentes que están saliendo no van a quitarte tu trabajo (salvo que tu trabajo consista en fingir que haces cosas muy complejas y contarle cuentos a tu jefe).
Ahora todo es más fácil que antes. Hay asistentes a la edición ya no de texto sino de vídeo o audio, así como botones más grandes, interfaces más sencillas y sobre todo el nuevo protagonismo que ha vuelto de los 70 que supone las interfaces de voz, que ahora sí funcionan como es debido. Todas estas cosas tienen algo en común: todos crecemos y con los años sí que hay que reconocer que no tenemos los reflejos y las capacidades de alguien de 20 años.
"Los nativos digitales se nos han hecho viejos y están modificando el mundo a sus necesidades"
Los nativos digitales se nos han hecho viejos y están modificando el mundo a sus necesidades. Se nota MUCHO en las tecnologías que se están sacando del fondo del armario para darles una segunda o tercera oportunidad. Las interfaces por voz, por ejemplo, no son más que la democratización del uso de internet para tu abuela. Esa mujer de 80 años que nunca imaginarías con un ratón buscando punto de cruz por la Wikipedia lleva más de 5 años usando Alexa para satisfacer todas sus curiosidades y desde hace unos meses, Copilot de OpenAI le hace más compañía que su propio nieto. Si la última versión de Gepeto la han hecho más humana muchos saben que es por combatir la soledad de los más abandonados. Nota importante: GPTo es la última versión, estamos a una letra 'e' de terminar el chiste.
No obstante, y aunque se quiera ayudar a la gente sin habilidades digitales, no todos se quisieron bajar del barco de la tecnología; hay mucha gente cuyo objetivo no es jubilarse para vegetar y oxidarse en un pueblo remoto. El presidente del Consejo General del Poder Judicial tiene más de 70 años, así como el presidente Biden tiene más de 80. Puede que el segundo se despiste de vez en cuando, pero ambos tienen una responsabilidad tan grande que va desde tu propia libertad hasta lo nuclear. Si bien muchos los usarán como excepción y que no todo el mundo es así, que le pregunten a toda la gente que con 66 años ahora mismo sigue delante de un ordenador y rinde incluso mejor que alguien de 20 porque cuenta con lo más valioso de esta vida: el conocimiento y la experiencia real sobre las cosas.
La llegada de la IA no es un cambio exactamente igual como internet en sus orígenes. La importancia puede ser mayor pero la curva de aprendizaje es drásticamente menor, ha venido para poner mucho más fácil algo que ya mucha gente hacía de formas mil veces más complicadas. Encorbatados timadores maldiciendo por YouTube y TikTok pronostican una nueva brecha cuando lo que se está consiguiendo es que más gente haga más con menos...
A nivel gráfico, la ley de los rendimientos decrecientes nos dice en las cuestiones visuales el salto de los 100 polígonos a la hora de diseñar en 3D a los 10.000 fue alucinante, y cada salto más increíble a su vez hasta que hemos llegado a un número tan alto que un mismo incremento ya no impresiona en absoluto. Pues bien, recordemos que internet permitió acceder a todo el conocimiento en cualquier parte del mundo sin deber tener comprada y usar 30 volúmenes de enciclopedia. Ese paseo a la librería para consultar algo se acabó y ahora mismo la IA lo que está es flexibilizado es lo mismo: nuevamente un acceso miles de veces más rápido.
Cada vez más personas se cansan de la etiqueta de obsoleto, se ponen a investigar y descubren que las cosas no solo son más fáciles que en los 90 sino que encima están preparadas y adaptadas para sus necesidades. Twich y Kick son prueba de ello cuando cada vez más artistas veteranos se están creando sus propios canales o acercando a creadores para que les enseñen este nuevo modelo de negocio sin intermediarios que les permite ganar más que mendigar por alguna televisión local y en algunos casos, hasta nacional.
Y aunque parezca que hay más tontos que nunca, no es cierto del todo. Es solo que les han dado un altavoz y les han permitido inmortalizarse. Hay más libertad que nunca ya que la ignorancia y la incapacidad cada vez más son una opción y no una obligación.