La solución a los fangos del Mar Menor: extracción y filtración para paliar la contaminación en origen

CARTAGENA. Uno de los grandes problemas del estado del Mar Menor en los que tanto los expertos como las administraciones han puesto su foco es en la generación de lodos en la laguna salada fruto de la contaminación. Según señaló el pasado viernes el portavoz del Comité portavoz del Comité Científico del Mar Menor, Emilio María Dolores, la inversión para la retirada de biomasa asciende, solo en 2022, a cerca de 5 millones de euros, habiéndose retirado entre el 1 de enero y el 21 de junio un total de 10.150 toneladas y 74 embarcaciones varadas o abandonadas.

Un problema para el que Antonio Martínez, ingeniero de Tecnologías Industriales de la UPCT, ha buscado una solución que pueda paliar en parte la generación de fangos en el Mar Menor y ayudar a su recuperación. "No es una solución en origen, pero si ayudará a evitar que se generen grandes cantidades de lodos en el Mar Menor", señala Martínez.

El Sistema Integral de Succión de Materiales de Agua (SISMA) patentado por Martínez puede ayudar a mejorar el estado del Mar Menor y el confort de los bañistas, retirando el fango sin dañar el fondo marino y filtrándolo para su reutilización posterior como abono. “Es un sistema que, en origen, estaba pensado para embalses pero que hemos readaptado para su uso en el Mar Menor. El sistema contiene un dispositivo flotante con una bomba de succión, encargada de aspirar el fango, en suspensión gracias a la acción de unos removedores que propulsa agua a presión, e impulsarlo hacia la orilla de la playa a través de una tubería, donde está el sistema de filtrado. En el proceso de filtrado, el fango permanece en una malla y el agua y arena sana se recirculan al mar”, explica el ingeniero graduado en la UPCT.

El proceso fue probado en febrero en una playa de Los Alcázares y también se han realizado ensayos en embalses. "Queremos probarlo más veces y confirmar que, en efecto, el sistema es efectivo y no daña el fondo marino. Las pruebas que hicimos en Los Alcázares fueron satisfactorias, pero solo duró unos minutos. Hemos mandado distintos informes sobre la idoneidad de nuestro sistema, pero no hemos recibido respuesta aún. Los Alcázares aceptó, pero se necesitan unos permisos de la Comunidad Autónoma que no llegan", cuenta resignado Martínez. "Las administraciones deberían apoyarse más en la iniciativa privada. Hasta ahora nos han hecho caso omiso. Pretendemos crear conciencia de que nuestro sistema puede ser útil. Si algún empresario quiere ponerse en contacto con nosotros puede hacerlo en mi correo: antoniomartinezsegado@gmail.com", añade. "Los encargados de gestionar en medioambiente son los que más trabas ponen porque señalan que los fangos son buenos para el ecosistema. Algo en lo que discrepo. Pueden ser buenos, pero hasta cierto punto", apunta Martínez.

Los fangos recogidos en la prueba de Los Alcázares fueron reutilizados como abono y fertilizante, con tratamientos térmicos previos para eliminar toxinas, en cultivos experimentales de lechuga realizados en el campo de Cartagena. “Los resultados fueron óptimos”, subraya el exalumno del grado en Ingeniería de Tecnologías Industriales de la UPCT.

El invento, desarrollado también por el gerente de la empresa cartagenera MC Hidráulica, Justo González, es válido para operar en todo tipo de lagos, embalses y estanques e, incluso, en orillas de mares y ríos. “Estamos viendo la posibilidad de utilizarlo en albuferas de la Comunidad Valenciana que tienen problemáticas similares”, explica Martínez Segado.