MURCIA. Un emotivo funeral dio el último adiós a José Luis Mendoza, fallecido este miércoles a los 73 años de edad. Oficiada por el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, la ceremonia despidió al fundador y presidente de la Universidad Católica de San Antonio (UCAM) en un repleto y conmovido Monasterio de Los Jerónimos, arrebatado de asistentes, entre autoridades políticas, empresarios, militares, deportistas, miembros de la sociedad civil y, por supuesto, la comunidad educativa, con centenares de profesores y alumnos. A las puertas del templo también se agolparon cientos de personas, que siguieron la eucaristía a través de las pantallas desplegadas por la universidad.
Los corazones de todos los presentes se encogieron al término de la misa, cuando tomó la palabra María Dolores García Mascarell -Lola para todos- y recordó a su esposo, el amor de su vida, como así lo describió. Rememoró la templanza que mostró en sus últimos días, consciente hasta el final, y relató cómo el papa Francisco le llamó personalmente para trasmitirle que rezaba por él y que le dedicaría su eucaristía. Lola remarcó la fe de su marido, que le llevó a mover montañas y a entregar su vida a la Iglesia, y exhortó a todos los presentes a dejar "los móviles, las tabletas, todo... para entregaros al amor a Jesucristo". No quiso tampoco que el 18 de enero se quede para siempre como una fecha triste. Al contrario: "Será un día de celebración para todos nosotros". Emocionó a toda la iglesia, que se puso en pie para dedicarle una sentida y cariñosa ovación.
"Lola era la persona que más amaba", destacó antes Lorca Planes en su homilía, en la que dirigió sus primeras palabras a la familia Mendoza García, formada por catorce hijos, hoy rotos de dolor. "Empezáis una nueva etapa, de esperanza; mirad con confianza al futuro y no olvidéis el compromiso que tenéis frente a esta obra grande e inmensa", enfatizó el prelado, que elogió a Mendoza como "un hombre fiel, honrado y honesto". La ceremonia contó con la participación de la Orquesta Sinfónica de la UCAM y la Coral Discantus, que interpretaron piezas de Mozart, Julián Santos y Roque Baños.
Además de Lorca Planes, la misa estuvo concelebrada por los arzobispos eméritos de Madrid y Valencia, los cardenales Antonio María Rocuo Varela y Antonio Cañizares, el representante de la Nunciatura Apostólica, Daniele Liessi; el obispo de Jaén, monseñor Sebastián Chico; el arzobispo coadjutor de Granada, monseñor José María Gil Tamayo; los arzobispos eméritos de Orihuela-Alicante y Zaragoza, los monseñores Jesús Murgui y Manuel Ureña; y el obispo de Callao (Perú) hasta 2020, José Luis del Palacio, así como vicarios y un gran número de sacerdotes.
El cariño que le profesaba la sociedad murciana se pudo comprobar en el claustro del monasterio, a rebosar de coronas fúnebres. Nadie se quiso perder el funeral. Los miembros del Gobierno regional, con su presidente a la cabeza, interrumpieron su cita de este viernes en la feria Fitur de Madrid para estar estar presentes en el templo. También asistió el presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo.
Los restos mortales de Mendoza recibieron cristiana sepultura y fueron inhumados en el templo, en un lugar discreto y próximo al presbiterio. El presidente Fernando López Miras valoraba la emotividad de la ceremonia: "José Luis, desde el cielo, y su familia nos han vuelto a dar una lección; una lección de fe, de entereza, de fortaleza, de amor a Dios y a todos los demás. Hoy más que nunca, el legado de José Luis Mendoza está más vivo que nunca. Mejoró la Región de Murcia gracias a la UCAM, desde el mundo académico y la investigación y también por su apuesta por el deporte", recalcó López Miras.
La UCAM, la universidad que Mendoza soñó durante sus misiones por la República Dominicana y que puso en pie levantándola prácticamente de la nada un lejano ya 1996, nunca le olvidará. Descanse en paz.