MURCIA. A pesar de que la ciudadanía ya se ha acostumbrado de alguna manera a convivir con el coronavirus, y que la variante predominante, combinado con la vacunación, no ha provocado una letalidad similar a las distintas olas de 2020, pero conviene atender a los datos. Aunque, como han manifestado las autoridades sanitarias, la vacunación disminuye notablemente las posibilidades de sufrir síntomas graves al estar contagiado de coronavirus, un aumento considerable de los contagios también aumenta las posibilidades de que las hospitalizaciones y, por ello, los fallecimientos aumenten.
Todo ello se incrementa de forma exponencial en una metrópoli como Murcia. El hastío de la población, junto a una cierta sensación de falsa seguridad por estar vacunado, ha provocado que en algunos barrios de Murcia la incidencia acumulada (IA) a 14 días se dispare.
Así, hay barrios de la ciudad que superan con amplitud los 3.200 casos, con una IA a 7 días por encima de los 1.900 casos. Una situación crítica que lleva semanas provocando gran preocupación entre el personal sanitario. Puente Tocinos (3.369), Santa María de Gracia (3.278), El Infante (3.246), Floridablanca (3.026) son algunos de los barrios que superan con creces los 3.100 casos de IA. Santiago Zaraiche (2.914), Vistabella (2.944) o La Ñora (2.936) también se sitúan en registros críticos. Se espera que en los próximos días estos datos aumenten.
Por tramo de edades, la franja de entre los 15 y los 29 años es la que más casos registra en la dos últimas semanas del año, las más críticas para las autoridades sanitarias por el incremento de la interacción social. Así, este grupo suma 1.580 casos, mientras que la franja superior, de los 30 a los 39, registra 1.148 casos, mientras que el grupo de 40 a 49 años computa 1.333. Unos datos que concuerdan con el mensaje lanzado de que los contagios se producen en el entorno familiar y social.