MURCIA. Con la apertura del edificio de entrada de la Cárcel Vieja de Murcia, el que corresponde a la primera fase de la rehabilitación, a punto de abrir, la restauración y puesta en valor del edificio central es la gran apuesta en la nueva fase para devolver a los murcianos un edificio lleno de historia.
El segundo asalto para que el edificio principal, el panóptico central, los patios interiores y las zonas de celdas vuelvan a latir, pero con un uso distinto al que se imaginó hace 90 años cuando se construyó, ya está planificado.
Y es que el Ayuntamiento de Murcia ya tiene el proyecto de la segunda fase, que abarca unos 3.667 metros cuadrados, y cuyas líneas principales las ha marcado la empresa municipal Urbamusa, queha sido la encargada de redactar el proyecto con un coste de 190.000 euros. El proyecto es de 7,2 millones y es uno de los proyectos presentados para ser financiados por el PIREP (Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos), o lo que es lo mismo, los Fondos Next Generation.
Lo que ya es palpable es que casi un siglo después de su creación y 40 desde que se cerró, la Cárcel Vieja de Murcia está cada vez más cerca de dar un giro a sus funciones y abrirse por fin. Ahora toca que los vecinos de Murcia y los visitantes la disfruten y abrirá al público a finales de este mes de junio con una muestra fotográfica en la que se podrá ver todo el recorrido que ha tenido el histórico edificio de la plaza Circular para su recuperación y puesta en valor tras cuatro décadas de abandono.
El edificio ya preparado está dedicado a las nuevas tecnologías y a lo digital y cuenta con espacios de coworking, un estudio de vídeo acristalado, una galería de formación, un auditorio híbrido y una cafetería-mediateca.
En esta primera fase ya concluida se ha remodelado el edificio de entrada a la prisión, que alberga una tienda y sala de exposiciones y una cafetería en la planta baja y otras dos salas en la planta alta, una de las cuales se utilizará provisionalmente como salón de actos hasta que esté finalizada la segunda fase, en la que hay prevista la construcción de un auditorio con capacidad para un centenar de personas.
Según las investigaciones del murciano Francisco J. Medina publicadas en Anales de la UMU, la cárcel fue ideada en 1922 e inaugurada finalmente en 1929 para sustituir la prisión de la calle Vara del Rey, donde los presos malvivían en una especie de caserón en malas condiciones. Entonces, se compraron terrenos al norte de la ciudad, que pertenecían a la marquesa de Salinas, para aprovechar una torre que había en aquel lugar. Sin embargo, tardaron en comenzarse las obras puesto que no se disponía del dinero suficiente en los presupuestos.
Al fin, se construyó la cárcel, que según las consideraciones y el espíritu carcelario de Miguel Primo de Rivera sería un centro de rehabilitación moral. Así, se conseguiría aumentar los detenidos por razones políticas ya que comunistas y anarquistas fueron duramente perseguidos durante su dictadura.