CARTAGENA. Además de la reducción de la contaminación en el tráfico de las grandes ciudades, con el auge del coche eléctrico como gran alternativa en estos momentos, otro de los caminos a explorar es la renovación de los inmuebles antiguos y mejorar su eficiencia energética. Por ello, el Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Murcia (COAATIEMU) ha premiado el Trabajo Fin de Grado de José Martínez Noguera en la UPCT como el mejor de los defendidos el pasado año en los centros universitarios de la Región de Murcia.
El egresado del grado en Ingeniería de Edificación de la Politécnica de Cartagena estudió en su TFG diferentes alternativas para mejorar la eficiencia energética en edificaciones consolidadas, analizando la reducción en la huella de carbono mejorando sus envolventes térmicas o sus instalaciones de climatización, calculando también las ratios de amortización, los periodos de retorno y la rentabilidad al final de la vida útil para incentivar este tipo de intervenciones.
"La mejora de las características térmicas de los edificios pasan por aumentar las prestaciones de la envolvente térmica y sustituir las instalaciones de climatización y agua caliente sanitaria", afirma el ingeniero en Edificación. "Así se asegura reducir la huella de carbono en el resto de vida útil del edificio", añade, poniendo como ejemplo de intervención la reconstrucción de la cubierta de los inmuebles con aislamiento térmico y la renovación de la carpintería exterior. Unas mejoras que ya contemplan las edificaciones en construcción y que genera un problema de mano de obra en el sector, puesto que no hay una gran oferta de mano de obra especializada en ello.
Como objeto de estudio, el estudiante eligió un edificio del murciano Polígono de La Paz, cuyos inmuebles se construyeron antes de que en 1979 se aprobara la norma básica de Edificación. "Hasta los 80 no hubo evolución en los sistemas constructivos pensando en la reducción de la demanda energética", comentan los directores del TFG, David Navarro Moreno y Adolfo Pérez Egea. Una mejora en los inmuebles que se enmarca en esa conciencia verde que alcanza a todos los sectores profesionales, con especial atención a la construcción y el sector del automóvil.
Uno de los obstáculos que siempre encuentran este tipo de 'revoluciones' es el aspecto económico. En este sentido, Martínez Noguera concluye que las intervenciones ecológicas, como la utilización de corcho y madera para la renovación de la envolvente térmica y la carpintería de las ventanas, son más caras que las convencionales de poliestireno expandido y PVC y no siempre más eficientes a largo plazo. "La reducción de la huella de carbono a los treinta años de la intervención es equiparable entre ambas opciones", señala el joven ingeniero premiado. "Encontrar un equilibrio entre coste económico y ambiental será fundamental para garantizar que estos proyectos ambientales se lleven a cabo".