Uno de los principales problemas de la economía española es su baja productividad. Según los últimos datos publicados por la Unión Europea, correspondientes al año 2021, la productividad media española era de 61.342 euros por ocupado, lo que la situaba en el 93% de la media europea, y si se compara con la eurozona el diferencial es aún mayor al situarse esta en el 104,7%. Alemania alcanza el 103,2%, Italia el 104% y Francia el 115,6%.
Desde el año 2000 la productividad ha retrocedido un 14,7%, y el PIB por habitante de España ha quedado un 18,5% por debajo de la media de la eurozona, mientras que la productividad por hora trabajada es de un 14,1% inferior a la media de la Unión Europea.
El INE publicaba el pasado mes de diciembre la Contabilidad Regional de España del año 2022. Como podemos constatar en el mapa y en el cuadro que siguen, el País Vasco sigue encabezando el ranking de productividad por ocupado con el 115,99%. Le sigue Navarra con el 111,31%, Madrid 109,6%, Cataluña con el 105,42%, Aragón con el 103,96%, Baleares con el 103,57%, Cantabria con el 101,68% y Asturias con el 100,24%.
Las demás Comunidades están por debajo de la media nacional y, singularmente, la Región de Murcia sigue siendo la de menor productividad con 85,91% y se sitúa en el ultimo puesto del ranking, evidenciando la necesidad de una profunda transformación de la estructura empresarial hacia producciones de mayor valor añadido.
Al analizar la evolución de la productividad por comunidades autónomas constatamos que en el año 2000 se encontraban por encima de la media nacional en productividad Madrid, con el 113,5%; País Vasco, con el 112,9%; Baleares, con el 105,5%; Ceuta, con el 105,4%; Cataluña, con el 103,6% y Canarias y Navarra, con el 101,6%. El resto de las comunidades están por debajo de la media. Por su parte, la Región de Murcia se situaba en el 92,9% de la media nacional.
En el año 2007 la comunidad con mayor productividad por ocupado es el País Vasco, con el 114,7%. Le siguen Madrid, con el 112,5%; Navarra, con el 107,1%; Cataluña, con el 105,4%; la Rioja, la Ciudad autónoma de Ceuta, Aragón y Asturias con el 102%. Las demás se encuentran por debajo de la media nacional de 100. La Región de Murcia se sitúa en el 86,4% de la media nacional
En el año 2018 el País Vasco sigue encabezando el ranking de productividad por ocupado con el 114%. Le sigue Madrid, con el 111%; Navarra, con el 109,5%; Cataluña, con el 106,5%; Baleares, con el 104,3%; Aragón, con el 101,5%; y Cantabria, con el 100,3%. Las demás comunidades están por debajo de la media. La Región de Murcia sigue siendo la de menor productividad con 83,8%.
Como indicaba el informe del Banco de España sobre la importancia de la productividad –'Un análisis sectorial de los retos futuros de la economía española'- en sus consideraciones finales, alcanzar un crecimiento sostenido y sostenible de la productividad es la clave para asegurar un aumento del bienestar económico a largo plazo. Añadiendo que la productividad puede crecer de muchas maneras, pero la única que no está sujeta a la ley de rendimientos decrecientes es la acumulación de ideas.
Y considera como una primera categoría la capacidad innovadora de las ramas de actividad, es decir, su potencial para generar novedades o nuevo conocimiento. Así, para captar sus distintas dimensiones, se tienen en cuenta indicadores como el gasto en actividades innovadoras, el peso de las ventas que introducen alguna innovación en el mercado, el porcentaje de empresas cuya estrategia incluye lanzar nuevos productos o mejorar la calidad de los existentes, o el las empresas que solicitan patentes.
Joaquín Maudos, en Cuadernos de Información Económica 285 de FUNCAS. Productividad y Reformas estructurales, noviembre 2021, indicaba que “el patrón de crecimiento de la economía española lleva décadas apoyándose en la acumulación de factores de producción, siendo negativa la contribución de la productividad".
"Como consecuencia del bajo esfuerzo inversor en sus principales determinantes, España se sitúa por debajo de la media europea en variables como el stock de capital tecnológico en relación al PIB (un 66,1 % inferior), capital humano (un 4,2 % menor), stock de capital público (un 26,6 % inferior en relación a la población) y stock de capital productivo por empleado (29,9 % inferior), entre otros".
"La gran debilidad de la Región y a la vez su mayor oportunidad de crecimiento en producciones de alto valor añadido se encuentra en los servicios a la venta"
"En este contexto se entiende la exigencia de las reformas estructurales a las que obligan los fondos europeos de recuperación, ya que son condición necesaria para maximizar el impacto de las inversiones en términos de crecimiento del output potencial. De las inversiones previstas adquieren gran importancia las que tienen como objetivo aumentar la digitalización, dado el impacto de la transformación digital sobre la productividad".
La gran debilidad de la Región y a la vez su mayor oportunidad de crecimiento en producciones de alto valor añadido se encuentra en los servicios a la venta, que aportan en conjunto al VAB regional el 50,61%, 6,2 puntos por debajo de la aportación media nacional del 56,81%.
El mayor diferencial con la media nacional se produce en los servicios avanzados. En Información y Comunicaciones su aportación al total del VAB regional es del 1,54% mientras que la media nacional es del 3,82%, un diferencial negativo de 2,28, una décima por encima del 2019. En Actividades profesionales, científicas y técnicas, actividades administrativas y servicios auxiliares, que aportan al total del VAB regional el 6,72%, muy por debajo del 8,93% de media nacional, lo que sigue situando a la Región 2,21 puntos por debajo de la media nacional.
A los que se suma Logística y Turismo, en los que la Región se encuentra muy alejada de su potencial, por su situación en el Arco Mediterráneo Español y en la fachada mediterránea, donde el nuevo puerto de El Gorguel se puede conformar como la puerta de entrada a la Unión Europea por el sur, como una gran área logístico-portuaria conjuntamente con Valencia y Algeciras. No obstante, su consecución precisa, al igual que el ferrocarril, de un gran acuerdo regional, para juntos conseguir del Gobierno de España su realización y la puesta en valor de todas las ventajas con que cuenta la Región.