MURCIA (EFE). La Policía Local de Lorca ha desmantelado una fiesta privada en una casa de campo en la que una docena de adolescentes y jóvenes, que han sido sancionados, incumplían las medidas de distancia social, no llevaban mascarilla y excedían el cupo máximo de reunión autorizado para personas no convivientes.
El alcalde, Diego José Mateos, ha informado a los periodistas de que los hechos han tenido lugar en una casa rural de alquiler en la pedanía de Campillo que se suele arrendar para fiestas y que está situada en el paraje de Puente Botero.
La denuncia de un vecino permitió la intervención de los agentes que, a su llegada a la casa rural, sorprendieron a 12 jóvenes de origen latino, algunos de ellos menores de edad, en torno a una mesa en actitud festiva junto a la piscina “cuando está claro que no se pueden celebrar reuniones de más de seis personas no convivientes”.
En este caso, todos los jóvenes eran no convivientes y la Policía Local procedió a denunciar a todos los asistentes a la fiesta y a abrir un expediente al organizador de la misma, que no era el propietario de la vivienda de alquiler.
Mateos ha hecho un llamamiento “a la responsabilidad y al sentido común” para evitar este tipo de conductas que contravienen las normas sanitarias de seguridad para evitar la propagación del coronavirus.
El alcalde ha centrado su mensaje de este miércoles en la población juvenil y ha dicho que “por ir de fiesta no se puede poner en peligro la salud de todos”, advirtiendo de que la Policía Local, la Guardia Civil y la Policía Nacional “van a ser implacables a la hora de perseguir y castigar estos actos incívicos”.
Además, ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana para que denuncie este tipo de comportamientos temerarios y ha recordado que también la colaboración ciudadana permitió el desalojo y posterior precinto de una fiesta latina con karaoke en el asador Darfary’s, a la que asistieron cien personas el pasado domingo.
