MURCIA. Las Pastelerías Luis Miguel están en pleno proceso de expansión. No en vano, el negocio, que nació en la carretera de Churra, dio el salto por primera vez a comienzos de este año con el estreno de un local en Montevida Plaza, a lo que este verano se ha sumado una nueva tienda en el centro comercial Nueva Condomina. No obstante, no solo está potenciando su marca propia, sino que también se ha fijado en el potencial de los negocios tradicionales con la compra de la mítica confitería Viena.
Esta panadería, especialmente popular por sus pasteles de carne, se ubica en la calle Trapería, una de las zonas más transitadas del centro de la ciudad, donde compite con el resto de comercios desde 1984. De hecho, esta tradición y la esencia de la artesanía clásica murciana son lo que ha mantenido con vida el negocio, convirtiendo el local en un reclamo para el turista que quiera probar los sabores locales.
Este valor ha sido precisamente el que ha seducido a Luis Miguel, el fundador de las pastelerías que llevan su nombre, para realizar esta adquisición que ya ha sido completada. De hecho, la marca del nuevo propietario ya luce en la puerta del establecimiento.
No obstante, lo cierto es que Viena seguirá operando como un negocio independiente, y no perderá el nombre ni su enseña, pues se trata de una imagen muy reconocible y valorada entre los murcianos y los turistas.
En cualquier caso, sí que se está impulsando una reforma en el local que busca modernizar las instalaciones sin perder la esencia que caracteriza al local. Así, el objetivo es modernizar el establecimiento, ampliando el escaparate y las zonas de mostrador, para adaptarlo a los requerimientos de hoy en día, al tiempo que se busca una estética más actual y adaptada.
Sin embargo, el producto se mantendrá sin variaciones -a excepción de algunos añadidos por parte de Luis Miguel- y se respetará la identidad de Viena, como es el caso del fresco que se conserva en el techo, que se mantendrá sin variaciones. De hecho, se trata de patrimonio protegido.
"Hay muchos guías que hacen recorridos por Murcia y paran en Viena como una pastelería referente de dulces artesanos, como el paparajote, el pastel de carne, los productos con merengue, las torrijas o los típicos dulces de la Región. Es perfecta para que los visitantes se hagan una idea de cómo es la pastelería tradicional murciana. Es a lo que está enfocado el negocio y no queremos perder eso", explican fuentes de Luis Miguel en conversaciones con Murcia Plaza.
De esta forma, la pastelería perteneciente al grupo de la empresa alcantarillera Nueva Cocina Mediterránea -y que porta el nombre de su gerente, Luis Miguel García- avanza en su expansión por la ciudad, apostando por posicionarse en las plazas donde esperan una gran afluencia de personas.
Con dos aperturas en lo que va de año, Luis Miguel ha escogido este 2024 para el comienzo de su expansión por la ciudad. Tanto es así, que la marca ya está estudiando nuevos estrenos, pues cuenta con el espacio y la capacidad económica para poder permitirse una alta velocidad en su crecimiento. No en vano, se encuentra respaldada por un grupo consolidado como es Nueva Cocina Mediterránea.
Sin embargo, antes de sumar nuevos locales, lo cierto es que esta empresa está planeando una posible reforma en su establecimiento de la carretera de Churra, pues espera adaptar su confitería 'primigenia' a los estándares que están marcando estas últimas tiendas.