Luis Miguel estrena en la Nueva Condomina su tercera confitería y estudia nuevas aperturas

MURCIA. Luis Miguel Pastelerías ha completado la apertura del que es su tercera confitería en Murcia. El negocio, que nació en la carretera de Churra, dio el salto por primera vez a comienzos de este año con el estreno de un local en Montevida Plaza, a lo que ahora se el establecimiento recién inaugurado en el centro comercial Nueva Condomina.

De esta forma, la pastelería perteneciente al grupo de la empresa alcantarillera Nueva Cocina Mediterránea -y que porta el nombre de su gerente, Luis Miguel García- avanza en su expansión por la ciudad, apostando por posicionarse en las plazas donde esperan una gran afluencia de personas, como son estos dos parques comerciales.

El nuevo espacio, con capacidad para albergar a 200 personas, mantiene la esencia de los anteriores locales y ofrece dulces y diferentes variedades de bollería y repostería. No obstante, también se sale de los estándares de una cafetería e incluye platos tradicionales de Murcia.

Con dos aperturas en lo que va de año, Luis Miguel ha escogido este 2024 para el comienzo de su expansión por la ciudad. Tanto es así, que la marca ya está estudiando nuevos estrenos, pues cuenta con el espacio y la capacidad económica para poder permitirse una alta velocidad en su crecimiento. No en vano, se encuentra respaldada por un grupo consolidado como es Nueva Cocina Mediterránea.

Sin embargo, antes de sumar nuevos locales, lo cierto es que esta empresa está planeando una posible reforma en su establecimiento de la carretera de Churra, pues espera adaptar su confitería 'primigenia' a los estándares que están marcando estas últimas tiendas.

En cualquier caso, cabe recordar que el espacio que ocupan en la carretera de Churra no es el primero que acoge estas pastelerías, pues en un primer momento se encontraban en otro bajo cercano de tamaño mucho más reducido. Entonces, su negocio era más parecido al de una confitería tradicional, pues no contaban con la posibilidad de que los clientes se sentaran a tomarse los productos in situ. Por tanto, realizó una mudanza a escasos metros para establecerse como un negocio más cercano al funcionamiento de una cafetería, aunque respetando el modelo de pastelería con el que habían empezado a funcionar.